Capítulo 33

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Jimin se vistió rápidamente y caminó hacia la lavandería de su casa para conseguir un nuevo edredón limpio, lanzando el otro al cesto de la ropa sucia.

Tomó una ducha en la habitación de su hermano y para cuando regresó a la suya, Yoongi ya estaba ahí.

La música todavía se podía escuchar desde la planta baja, y Jimin se preguntó si Yoongi querría volver allá. Para ser honesto, él ya no estaba de ánimo para la fiesta.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó confundido.

—¿Qué quieres decir con qué estoy haciendo? Me estoy metiendo en la cama.

—¿No quieres volver abajo?

—Ya son las tres de la mañana, todo el mundo se irá a casa o desmayarse en menos de una hora.

—Oh. Está bien. Entonces tú estás... Está bien.

Yoongi asintió y levantó el edredón nuevo para poder meterse debajo de él. Jimin se mordió el labio inferior y trató de no sonrojarse mientras se ponía la pijama rápidamente.

—Tu cama es tan cómoda. —comentó Yoongi después de unos minutos.

—Gracias. —Jimin respondió desde el baño mientras se cepillaba los dientes.

—Si tuviera una como esta, nunca saldría de ella.

Jimin puso los ojos en blanco pero sonrió mientras volvía a su habitación. Fue hacia el escritorio y revisó las notificaciones de su teléfono.

—¿Qué haces en tu teléfono todo el día? —preguntó Yoongi desde la cama.

Jimin se volteó a mirarlo. —Revisando si alguien ha publicado algo sobre la fiesta.

Yoongi estaba quitándose los brazaletes y colocándolos en la mesita de noche mientras Jimin recorría su inicio de Twitter para asegurarse de que nadie hubiera tuiteado sobre la fiesta, luego Facebook e Instagram.

—Ya les dije a todos que deberían guardar silencio. —Yoongi le aseguró.

Después de que Jimin le enviara un mensaje de Año Nuevo a sus padres, finalmente bloqueó su teléfono y caminó hacia la cama.

—Voy a tener mucho que limpiar, ¿cierto? —preguntó mientras se metía bajo las mantas.

—Muy probablemente. —Yoongi se giró de lado para mirarlo de frente, apoyando una mano bajo su cabeza.

—Si alguien rompe algo entonces tú tendrás que pagar por ello. Pero ni siquiera serías capaz de reemplazar una de las bombillas de luz.

—Puedo encontrar otras maneras de pagarte…

Jimin negó con la cabeza soltando un bufido y se arrastró completamente sobre su espalda, descansando su cabeza contra la almohada. Prosiguió a apagar la lámpara, así que ahora estaban en completa oscuridad.

—No todo gira en torno al sexo. —replicó.

Yoongi rió entre dientes. —¿Gira en torno al dinero, entonces?

—No, pero...

—Honestamente tú no tienes idea de cómo vivir tu vida.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Jimin un poco ofendido.

—Quiero decir, tienes un montón de jodido dinero y lo gastas en yates y ropa cara que se ve igual de bien que la que puedes comprar por cien wons en una tienda normal.

—¿Y en qué sugieres que gaste mi dinero? ¿Drogas y fiestas?

—¿Sí? Y en caridad.

—Eso es estúpido. ¿Y desde cuándo eres caritativo?

BEBÉ, EL CIELO ESTÁ EN TUS OJOS. ➸yoonminNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ