Capítulo 18

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Olía horrible, y Jimin arrugó la nariz mientras tiraba la cadena del excusado antes de ir al lavabo a lavarse las manos y cepillarse los dientes.

—¿Jimin? ¿Todavía estás vivo? 

Escuchó una voz en su habitación y gruñó saliendo del baño.

Yoongi estaba parado en la puerta, rascándose la parte posterior de su cuello y sonriendo.

Jimin resopló. —¿Qué?

—Estoy tan feliz ahora mismo. —Yoongi respondió.

Jimin se sentó en su cama para aplicarse un poco de perfume. —Estás drogado.

—Tal vez. —Yoongi se encogió de hombros y bloqueó la puerta.

—¿Por qué bloqueas la puerta? —Jimin preguntó con el ceño fruncido.

—En caso de que alguien entre. —respondió Yoongi y rodeó la cama para sentarse a su lado.

—Fuera de mi cama, por favor.

—He dormido en ella antes.

—¿Y?

—No actúes como si no me quisieras en ella.

Jimin puso el perfume de Gucci en la mesita de noche y se levantó. —Por favor, sal de mi habitación. Es suficiente con que hayas irrumpido mi fiesta, pero estás invadiendo mi privacid-

—¿Tu llamas a eso de abajo una fiesta?

—Oh, lo siento, me olvidé de traer a la puta multitud y algunas otras drogas ilegales.

—Eres sexy cuando maldices. —soltó Yoongi de repente con los ojos vidriosos, los cuales barrieron el cuerpo del otro chico de pies a cabeza.

Jimin no sabía qué decir, se sentía atrapado y sus pantalones se estaban sintiendo más apretados en un segundo. —Bueno, me estás poniendo de los nervios en este momento, así que por favor si pudieras i-

Jimin se calló abruptamente cuando Yoongi lo jaló hacia él de las pretinas del pantalón, causando que se tropezara con sus propios pies y cayera sobre el otro en la cama. Luchó por levantarse porque sus pechos se estaban tocando y sus narices chocaron juntas por un segundo, además que el aliento de Yoongi olía a esos caramelos de licor que habían sido servidos en la planta baja, pero ni siquiera podía levantarse adecuadamente porque Yoongi estaba tirando de él de nuevo, esta vez por la parte de atrás de sus rodillas, así que terminó a horcajadas sobre su regazo. Se preguntaba si a Yoongi no le importaba su peso. Puso sus manos en los hombros de Yoongi para equilibrarse y lo miró respirando pesadamente; sabía que Yoongi estaba drogado por esa píldora pero él no porque probablemente la había vomitado.

Las grandes manos de Yoongi bajaron hacia el culo de Jimin, extendiéndose sobre su trasero, y Jimin podría llorar porque aquellos dedos eran tan largos que, literalmente, cubrieron todo su trasero.

—Tu culo es literalmente tan jodidamente follable. —Yoongi le dijo en un susurro y se lo apretó.

Aquella acción causó que Jimin soltara un gritito en sorpresa y se sacudiera hacia adelante, porque en realidad se sentía bastante bien.

—Mierda, Park, estás tan ansioso por ello...

—¿Por… Para qué? —preguntó Jimin, su voz temblando un poco porque era consciente de la erección de Yoongi presionando contra su muslo derecho.

—Por mi polla.

—¿Qué...? No lo estoy.

—Tú solo quieres a alguien que te haga sentir bien, ¿no? Que te haga gemir y gritar y retorcerte hasta que llegues al clímax.

BEBÉ, EL CIELO ESTÁ EN TUS OJOS. ➸yoonminWhere stories live. Discover now