BEBÉ, EL CIELO ESTÁ EN TUS OJOS. ➸yoonmin

Capítulo 34

—¡¿Jimin?! —su madre llamó desde la planta baja.

—¡¿Qué?! —gritó de regreso. Estaba a mitad de un episodio y lo último que quería era salir de la cama.

Cuando su madre no respondió, soltó un quejido y se levantó de la cama para ir abajo. Jimin odiaba absolutamente cuando sus padres llamaban su nombre y él tenía que ir a ver qué querían.

—¿Qué pasa? —preguntó, tratando de no sonar muy molesto.

—¿Qué es esta mancha de aquí? —su madre señaló una mancha marrón en el sofá blanco.

«Mierda».

Jimin recordó que era una mancha de la cerveza accidentalmente derramada de Jungkook hace un día.

—Uh... Estaba bebiendo un poco de champagne y accidentalmente lo derramé. —mintió.

—Podías simplemente haberle pedido a una de las empleadas que lo limpiara.

—Lo siento.

—Está bien.

—¿Lo pasaste bien en Nueva York? —Jimin preguntó tratando de cambiar el tema.

Ella asintió.

Apenas habían llegado a casa, y por supuesto que su madre ya había encontrado algo con qué fastidiarlo.

—Jennie llamó para preguntarnos cómo estábamos, por cierto. Parecía sorprendida de que no estuvieras con nosotros.

—¿Qu.. qué dijo ella? —Jimin tartamudeó sintiéndose nervioso.

—Le dije que te habías quedado en casa. ¿Ella no fue invitada a la fiesta de Taehyung?

—Uh. Fue-fue cancelada en realidad, así que yo solo... me quedé en casa.

—Oh. Bueno. ¿Terminaste esa tarea para el crédito extra?

Asintió, aliviado de que su madre no hiciera demasiadas preguntas. Sabía que entraría en pánico y que probablemente todo se iría cuesta abajo desde ahí.

Jimin pasó todo el día en su habitación, leyendo y viendo Netflix en su MacBook. Se cansó en algún punto y suspiró, porque quería salir a algún lugar, divertirse un poco. Pero no podía porque sus padres no lo dejarían, y además, no tenía nadie con quien pasar el rato.

Llamo a Taehyung algunos minutos después, cuando acabó de pasearse por su habitación.

—Hola, Jimin. —saludó su amigo al otro lado de la línea.

Y, okay, sonaba un poco nervioso.

—¡Hey! Estaba pensando en que podríamos salir esta noche. ¿Podrías venir o…?

—Yo, eh... en realidad tengo una cita con Jungkook.

La boca de Jimin se abrió por la noticia.

—¿Tu… qué? ¿Dónde? ¿Qué? —soltó tropezando las palabras.

—Me invitó a salir ayer.

—¿A dónde van a ir?

—A un restaurante italiano que le gusta.

—Wow... ¿Entonces ustedes están juntos ahora?

—Eso creo.

—Oh. Bueno... Lo siento. Quiero decir, buena suerte. Que te diviertas.

Jimin no esperó a que Taehyung respondiera antes de colgar y sentarse al pie de la cama. Nunca había estado más aburrido en su vida. Se sentía como si pudiera llorar de exasperación.