Capítulo 22

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Pasaron dos horas más allí, terminando el postre y trayendo un gran pastel (¿para qué?). Media hora pasada la medianoche, todo el mundo estaba empezando a irse a sus habitaciones.

—¿Vamos a salir a fumar esa hierba o no? —Namjoon preguntó cuando las chicas habían ido al baño y los chicos se quedaron a recoger sus cosas.

Jungkook asintió y se giró hacia Jimin. —¿Quieres que tu novia venga también? Pero, no creo que tengamos suficiente hierba para ocho porros.

—Em...

—Ya me hice cargo de ella. —intervino Yoongi.

Jimin lo miró con pánico. —¿Qué le hiciste? ¿Estás loco?

—Relájate, bebé, solo puse un poco de Ambien en su bebida.

—¿Qué demonios es eso?

—Una píldora para dormir. Ella estará durmiendo como en diez minutos.

—¡Oh, por Dios! Vas a terminar en la cárcel por violar a alguien.

—Yo nunca violaría a nadie, nunca.

Y la seriedad en el rostro de Yoongi hizo que Jimin se callara. 

Las chicas volvieron pronto, y Jimin estaba sorprendido de ver a Sihyeon detrás de ellas.

—Um, Sunghyun se fue a casa porque se estaba sintiendo un poco enfermo, lo cual en realidad significa que se irá a follar a Hyuna, pero bueno. —ella explicó.

Jennie le dio unas palmaditas en la espalda, bostezando, y anunció que estaba cansada.

—Soy Yoongi, por cierto. —el chico de tez pálida se presentó, y su amigo lo siguió.

—Oh, entonces… tú eres Jungkook. —Sihyeon sonrió.

Todos se giraron hacia Taehyung, quién encontró sus zapatos demasiado interesantes.

—Puedes dormir en mi habitación si quieres. —ella añadió, dirigiéndose hacia Juria.

Jennie frunció el ceño. —¿Entonces quién dormirá con Taehyung?

—Encontraremos a alguien. —respondió Namjoon, y Jungkook mordió su labio esbozando una pequeña sonrisa.

—Vamos a subir entonces.

Hicieron su camino hacia los elevadores, amontonándose todos en uno, y Jimin presionó el botón de su piso mientras Sihyeon y Jungkook comenzaron a hablar sobre algo a lo que no prestó atención.

La habitación de Sihyeon y Juria estaba exactamente frente a su suite, así que decidieron reunirse tan pronto como Jennie estuviera dormida.

Jimin debería de haberse sentido mal por hacerle esto a su novia, en verdad debía, pero no lo hacía. Apenas entraron a su habitación y ni siquiera tuvo tiempo de colgar su blazer manchado en un gancho en el closet porque Jennie ya había caído dormida en la cama, bocabajo. Él rodó sus ojos y batalló para voltearla sobre su espalda y empujarla al lado derecho de la cama. Se quitó su corbata y fue al baño para asegurarse de que su cabello luciera bien (para nadie más que para sí mismo, por supuesto).

Se reunieron en el corredor cinco minutos después, y luego Namjoon sugirió que fumaran en la habitación de Sihyeon pero Jungkook prefirió hacerlo afuera (a él le gustaba el viento fresco, incluso si era diciembre. Qué idiota), así que caminaron de vuelta al elevador. Jimin los guío a la puerta trasera del hotel que los llevaba a un callejón con contenedores de basura (él había estado ahí antes, por supuesto) al que solo el personal del hotel tenía acceso.

Jungkook, Namjoon, Yoongi y Sihyeon se apoyaron contra la pared mientras todos los demás se sentaban en las escaleras. Jimin se dio cuenta de que él era el único que se estaba congelando (Jungkook tenía puesto el abrigo de Taehyung, Seokjin tenía el de Namjoon, y el resto de ellos también tenían abrigos... Yoongi tenía esa chaqueta de mezclilla suya), y se preguntó si Yoongi le daría su chaqueta si dramáticamente actuaba como si tuviera frío.

De todas formas era la culpa de Yoongi por mojar su blazer y hacerlo que fuera imposible de usar.

Todavía no estaba nevando, para la sorpresa de todos, pero hacía demasiado frío y Jimin literalmente podía ver su piel de gallina debajo de su camisa.

Namjoon les pasó un porro a todos (incluso Jimin tenía uno) y se disculpó cuando no quedó nada para Sihyeon.

—Está bien, podemos compartir. —Juria le aseguró.

—Esperen. Ustedes dos están...

—Juntas, sí.

—Oh, genial.

—Son bisexuales o... —comenzó Yoongi, sonriendo mientras tomaba una calada de su porro.

—No. —las dos respondieron.

—¿Entonces no hay trío?

—No. —ambas volvieron a decir al mismo tiempo y se rieron.

Yoongi hizo un puchero.

Jimin rodó sus ojos, pero Yoongi captó eso porque le lanzó un guiño en su dirección. Esa era su oportunidad para pretender que se estaba congelando hasta la muerte (lo que no estaba lejos de la verdad, en realidad), así que se abrazó así mismo y frotó sus brazos, su porro sostenido en sus labios.

—¿Tienes frío? —Sihyeon le preguntó.

Jimin asintió.

—Puedo darte mi chaqueta si quieres.

Y Jimin se sintió avergonzado de que una chica realmente le haya ofrecido darle su chaqueta.

—No tomaría la de una chica. —musitó.

—¿Entonces tomarías la de un chico? —Yoongi preguntó, acercándose.

Jimin asintió, sin entender la insinuación.

—¿Solo chicos?

Jimin asintió de nuevo, y todo el mundo rió disimuladamente.

Yoongi puso el porro entre sus labios y se quitó su chaqueta, entregándosela.

—Gracias. —dijo Jimin, y al instante se sintió cálido tan pronto deslizó sus brazos en las mangas. Era esponjosa y acogedora por dentro, así que la abotonó toda, poniendo su mano izquierda en medio de sus muslos para calentarse.












BEBÉ, EL CIELO ESTÁ EN TUS OJOS. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora