48. Crucify

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Luego de un rato más lobo nogturno le llevó a otro lugar lejos de la explosión, estaban muy expuestos y sabía que si se quedaban ahí les atraparían con todas las pruebas.

Cuando estaban lo suficientemente alejados el ojimorado decidió hablar.

-¿Te higzo sentir mejor? -preguntó, Rubius río levemente.

-No del todo, pero estoy bien, me siento más libre, sin menos peso -dijo, aún sentía esa presión en el pecho, pero estaría bien- lamento meterte en eso.

-No te preogcupes por mi, son tus asungtos y yo solo te estaba apoyando, eso hagcen los amigos, ¿No? -dijo dándole una palmada en el hombro.

Rubius sonrió y asintió, sentía que ese desconocido de brillantes ojos se había ganado su confianza. Tenía una sensación rara ante eso.

Lobo nogturno comenzó a preparar el campamento para que pasaran la noche juntos, pues la explosión había sido muy llamativa y todos los que estaban cerca estarían como locos intentando saber lo que pasó.

Rubius aceptó y se encargó de poner antorchas para alejar a los monstruos.

Cuando todo estaba listo se sentaron frente a la fogata para no pasar frío mientras conversan.

-¿Qué hacías afuera? -preguntó el de máscara de oso mientras comía un pedazo de pastel que había traído consigo, le dió la mitad a su compañero.

-Solo daba mi vuegta de rutina cuando te vi, parecias necegsitar mi ayuda -Rubius río, asintiendo.

-Estaría muerto o en la carcel de no ser por ti, gracias -notó una pequeña sonrisa asomarse por la máscara de lobo.

-Creo que hay mejores maneras de molegstar a tu amante pero está bien.

Tras decir eso Rubius se puso serio mientras seguía comiendo su rebanada de pastel.

-Lo siento, yo...

-Lo conocía antes de Lolito -explicó- después de él no volví a verle, no volvimos a pasar tiempo juntos, comenzamos a ser extraños.

-¿Eran pareja? -Rubius río con ironía.

-Nunca formalizamos, solo pasábamos el tiempo juntos -explicó- pero da igual, jamás le importe y por eso no tuvo problema en enrollarse con el alcalde.

-Yo creo que fue un tongto, tu eres mejor que él -dijo dándole un leve empujón con su hombro.

El de máscara de oso se sonrojo ante el cumplido, agradecía tener la máscara para que no se notara.

Estuvieron hablando un poco más antes de que el ojimorado se quedara dormido a un lado de él, recostado en su hombro con total confianza.

Si lo quisiera podría descubrir quién estaba detrás de esa máscara.

Pero en su lugar se durmió disfrutando de la calidez del otro.

Durmió hasta que el sol comenzó a molestar, notando que su compañero ya no estaba. Dió un bostezo antes de quitarse su traje y volver con su ropa de civil para irse a casa.

Evitó el camino de la casa de Mangel así que no se encontró con nadie, por lo que tenía su espada en mano por si encontraba algún monstruo que se había quedado escondido en los árboles pero su camino fue tranquilo al igual que él, le había ayudado mucho aunque no estaba bien pero se sentía mejor que antes.

Solo quería llegar a su hogar para darse un baño y planear lo que haría en el día, tal vez solo se acostaría junto a Nieves para ver películas y comer chuches todo el día.

-¡Rubén! -la voz de Mangel se dejó escuchar cuando estaba a metros de la puerta, este traía un arco en mano.

-¿Qué quieres ahora? -dijo tranquilo, aunque pensando en una coartada rápida.

-Ereh un gillipollah, está vez fue demasiado -reclamó molesto- se que fuihste tú, tú hicihte esto.

-Hoy te levantaste de malas "amigo" -dijo con ironía la última palabra.

-No me vengah con eso ahora, fuihste tu -repitió molesto, apretando el arco en su mano- no estabah en casa, y vieneh hecho mierda.

-Un jodido zombie rompió parte del huerto, tuve que perseguirlo porque se llevó una parte en el pie -explicó, aunque dudaba que Mangel le fuera a creer- me atacaron unas arañas y le perdí de vista.

-Vete a la mierda -Rubius rodó los ojos- solo haste responsable de tuh jodidas bromas.

-Yo no te hice nada, cállate ya -sentenció haciéndole a un lado para abrir la puerta- vete de mi casa y déjame tranquilo.

Mangel puso un pie enfrente para que la puerta no se cerrara, Rubius le miró molesto y cansado apretando un poco la empuñadura de su espada.

-Ereh un gillipollah, un maldito sin sentimientoh, tu sabeh que tenía muchas cosas importantes para mi -Mangel sonaba dolido- no te importa nada, todo por tu jodido capricho.

-Callate, no puedes hablar sobre mi porque nunca te importe -dijo molesto, moviendo un poco la mano con la que tomaba la espada- nada te importaba si era sobre nosotros.

-Rubén...

-No Mangel, cállate de una buena vez -le apuntó con la espada- tú eres el maldito gillipollas aquí. Jamás te importe, ni ahora y mucho menos antes, solo te importa el idiota de Lolito -Mangel se molestó, iba a hablar pero le interrumpió- no tengo idea de lo que hizo para volverte su jodido perro faldero.

-Cállate de una buena vez...

-Ahora solo te interesa ser un objeto, verte bien para tu querido amor, ya nada te importa más que ese hijo de puta -dijo con ironía exagerando en sus movimientos por la ira, disfrutando ver el enojo en el contrario- eres solo un jodido chupapollas.

Mangel no aguanto más y le disparó una flecha, haciéndolo en base a a su enojo. Rubius logró esquivarla, solo rozándole parte de la mejilla, sabía que debía estar alerta para no verse afectado.

-Rubius...

La voz que escucho a sus espaldas le quitó el aliento. No quería darse vuelta pero lo hizo para evitar que se cayera directo al suelo cuando vió a su querida compañera intentar acercarse a él.

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Sin comentarios está vez, los veo muy pronto.












O quizá en un año again.
Uno nunca sabe.

I H̶ᴀ̶ᴛ̶ᴇ̶ (ʟᴏᴠᴇ) ʏᴏᴜ || RᴜʙᴇɢᴇᴛᴛᴀWhere stories live. Discover now