64. Good morning and bye

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La mañana del día siguiente trajo consigo una mejor vista que lo que había sido la noche anterior en cuanto al clima, dando una mejor aura para el dia que apenas comenzaba.

El sol se colaba por la ventana de la habitación, la lluvia había parado por la madrugada por lo que poco a poco el día estaba empezando de maravilla.

El dueño de la casa había sido el primero en levantarse, abriendo sus ojos en cuánto algo de luz comenzaba a entrar en la habitación, alegrandose al ver que no había ningún indicio de lluvia por fuera; viendo también que la luz había vuelto gracias a la lámpara de su habitación que estaba encendida.
Pensaba en levantarse en cuanto lo vio para apagarla y asi intentar dormir un poco mas al sentir algo de dolor de cabeza, sin embargo el tacto de una mano contraria sobre su pecho le hizo detener sus movimientos.

Al girar su vista se encontró con un Rubius completamente dormido, boca abajo y con su rostro aplastado en la almohada, su semblante era tan tranquilo que suponía no habría nada que pudiera levantarle en estos momentos, su brazo estaba estirado hacia su lado lo que hacía que su mano quedara descansando en su pecho.

Vegetta sonrió al verle, estando tan tranquilo a diferencia de otras tantas veces más donde hasta dormido demostraba una mirada tan cansada y sin vida, llena de preocupación, pero ahora todo lo que veía era una cara relajada que no demostraba ninguna emoción negativa de por medio, y eso no podía ponerlo más que feliz. Solo quería verle así todo el tiempo.

Con una de sus manos acomodo unos cabellos rebeldes que le cubrían el rostro peinando su flequillo hacia un lado, dándose cuenta que las raíces se podían distinguir más, no sabía si el chico se lo volvería a pintar o dejaría que el cabello le creciera para así volver a su color natural, aunque mo importaba lo que decidiera al final, le gustaba como fuera.

No tenía intenciones de despertarlo ahora por lo que, con sumo cuidado, salió de la cama para que este pudiera seguir descansando sin problemas y así el encargarse de su dolor de cabeza primero.

Una vez estuvo fuera de la cama le observó unos segundos para asegurarse de que no le había despertado, aunque Rubius por su parte seguía completamente dormido, estirándose al tener la cama completamente para él, haciendo reír levemente al ojimorado al ver lo poco acostumbrado que estaba de compartir cama y que dejarle solo había sido la gloria para el chico.
Además, pudo observar con mejor claridad sus heridas, notando que solo se veían enrojecidas pero nada de lo que debía de preocuparse, cosa que le alegraba ya que por la reacción del contrario suponía que no se dejaría curar por él una vez despierte, asi que era algo menos que hacer en su lista.

Camino sin hacer tanto ruido a la lámpara para apagarla y salir de la habitación, antes de ello se aseguró de dejar la puerta abierta para que así si el chico llegaba a despertarse antes de que volviera pueda salir sin problemas de ella si asi lo deseaba.

Mientras bajaba las escaleras se fue asegurando de apagar todas las luces que habían quedado encendidas desde anoche, una vez todas fueron apagadas tomó dirección al baño, ya que la noche anterior ese era su primer plan y ahora que tenía algo de tiempo en lo que su compañero despertaba podía aprovecharlo tomando un baño, no sin antes tomar algo para el dolor de cabeza que tenía.

Su baño fue más rápido que lo que acostumbraba, ya que esperaba poder hacer el desayuno antes de que su compañero se despertara y así tener todo listo para comenzar su mañana.

No tenía muchas ideas para hacer algo elaborado y que le llevara tiempo por lo que hizo un omelette con algo de espinacas y queso y tomó algo de jugo de naranja en un par de vasos, acomodando todo minuciosamente en una bandeja para subirsela al chico que esperaba seguiría dormido.

Sin embargo una vez salió de la cocina pudo ver como un chico con el cabello alborotado bajaba de las escaleras poniéndose con algo de dificultad una sudadera que le pertenecía, la cual suponía que había tomado de sus cosas, al verle se detuvo una vez bajo por completo las escaleras.

-Buenos días, te hice el desayuno -saludó con una sonrisa, alzando un poco la bandeja para que el chico la viera- pensé que seguirías dormido, así que te lo iba a subir.

-Oh, gracias -dijo, peinando un poco su cabello- pero, no puedo quedarme, debo de ver como esta Nieves y si mi casa esta bien.

-No te preocupes por eso, desayunamos y vamos juntos -sugirió, aunque por sus expresiones suponía la respuesta.

-Ya hiciste mucho por mi, de verdad, no te tienes que preocupar más por mi -explicó, caminado hacia la puerta- tienes muchas cosas que ver también aquí.

-Asi es pero...

-Entonces ya esta decidido -interrumpió el ojiverde- nos veremos luego, ¿Te parece?

Vegetta asintió, sabiendo que no le convenceria si insistía más ni tampoco podía mantenerlo ahí en contra de su voluntad, por lo que dejó la bandeja a un lado para poder ir y abrirle la puerta para que así saliera sin problemas.
Le acompañó hasta la entrada de su isla flotante y le observó irse, sin mirar atrás para despedirse, dejandole una vez más solo en su isla, quedándose con dos porciones de desayuno.

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Holiiiii

Me tarde un poquitín más de lo que esperaba pero aquí sigo.

Igual y no prometo traer nada nuevo pronto, pero no pienso desaparecer otra vez, así que no preocupen.

Espero hayan disfrutado el cap, nos vemos pronto.

I H̶ᴀ̶ᴛ̶ᴇ̶ (ʟᴏᴠᴇ) ʏᴏᴜ || RᴜʙᴇɢᴇᴛᴛᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora