58. It's not big deal

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Una vez que ninguno podía distinguir a Mangel y Lolito seguir su camino hacia lo que sería su nuevo hogar decidieron continuar con sus tareas.

Rubius no tenía nada en su lista, desde hace tiempo no le pedían cosas tan importantes y el mismo no tenia ganas de seguir con sus proyectos personales, así que su plan era ver como convencía a Nieves de dar una vuelta o entretenerse en algo para así él quedarse en su hogar ignorando a todo el mundo.

-Rubius, ¿Podemos hablar un momento? -dijo su compañero de ojos morados detrás suyo.

Sabía que era lo que quería, estaba jodido.

-Vegettita -dijo con su mejor tono despreocupado y amigable- ¿No tienes muchas cosas que hacer hoy? El día apenas esta comenzando y...

-No, no tengo nada, necesito hablar contigo-dijo con un tono serio y una mirada entre preocupada y seria.

-Me encantaría pero, mi Nieves me esta esperando -mintió, Nieves estaba cerca, así que al oír su nombre se acercó- ¿Lo vez? Me tengo que ir ya.

-Solo será un momento -insistió.

-Hva skjedde? Jeg forstår ikke alt -preguntó la peliroja con una mirada confusa- Hvis du har noe å gjøre kan jeg gå hjem alene.

-Det er ingenting, vi drar -contestó el de orejas de oso, tomándole la mano a Nieves para comenzar a caminar.

-Doblas, joder -Vegetta les siguió- sabes que no entiendo noruego, por favor, solo será un momento espera, ¿si?

-Åh, jeg forsto -dijo Nieves con una sonrisa al entender un poco lo que decía.

Rubius estaba jodido, ya no era tan fácil librarse de las situaciones desde que Nieves practicaba su español. Estaba orgulloso y a la vez preocupado.

Pero cuando la chica iba a decir algo más apareció Luzu de la nada y se posiciono a su lado, abrazando a la chica de lado con cariño, saludando a los tres con una sonrisa que se notaba era forzada.

-Aquí estabais -dijo, viendo a la chica- Nieves querida, Lanita te esta buscando.

-Oh si, Lanita -dijo sonriendo.

-Asi es, así que vamos eh...jeg bærer deg -dijo con un noruego torpe, mientras las chicas le enseñaban a Nieves español ella les enseñaba noruego.

-Luzu no es un buen...

-¡Luzu!

El grito de Auron mientras se acercaba a ellos se dejó escuchar, parecía que le estaba siguiendo desde hace un buen rato, por lo que el nombrado maldijo levemente antes de indicarle a Nieves que le tomara del brazo, cuando la chica lo hizo sacó una ender pearl y la lanzó lo más lejos que pudo.

-Joder, Luzu, no te portes como un crío -dijo Auron cansado de estarle siguiendo y que este huyera.

-¿Qué le hiciste ahora? -preguntó Rubius mirándole con un poco de enojo.

-Solo quería hablarle de que el fuera el suplente de Lolito y no yo, es todo.

-Estoy seguro de que tu elección de palabras le hizo actuar así -contestó Vegetta- tal vez te haga caso si logras llegar a su casa antes que él.

Auron suspiró con cansancio, despidiéndose de ellos para seguir con su camino, esperando poder hablar con Luzu. Rubius se rió un poco de la situación hasta que Vegetta le miró.

No tenía escapatoria.

-Bien, ya que Nieves tiene el día ocupado, ¿Por qué no me acompañas a mi hogar? -dijo con una sonrisa burlona.

Vegetta se hizo a un lado para dejarle pasar para que este le fuera siguiendo en el camino a su casa, el contrario sabía que lo hacía para que no tuviera forma de escapar.

Durante todo el camino estuvo pensando en que le diría una vez llegarán a su casa, debía de decir algo que no lo pusiera como sospechoso de lo de Mangel o que su compañero se preocupara por él por una tontería.

Nadie de sus compañeros había notado su evidente problema, pero por alguna razón Vegetta parecía estar más atento a la más mínima cosa que le pasaba.

Era algo amable, tierno incluso, y odiaba sentirse tan cómodo con esas atenciones hacia él.

Una vez estuvieron dentro del hogar del ojimorado le dijo que esperara en la sala de estar y le dejo solo un momento para ir por algo para curarle.

Sabía que solo le dejaba sin preocuparse porque si intentaba escapar seria en vano, su casa era una fortaleza bien protegida y no tendria manera de esquivar sus protecciones.

-Vale, no parece ser algo serio, así que con esto servirá -dijo para anunciarse una vez regreso con lo que parecía ser un botiquín bien preparado- ¿Qué tanto te duele?

-No mucho, no te preocupes, con el tiempo se me pasará -contestó despreocupado.

El mayor arqueo una ceja y le tomó de la muñeca, haciendo que el de orejas de oso soltara un quejido e intentará alejarse al instante.

Claro que le dolía, pero no le había tomado importancia hasta que su atención dejo de estar en Mangel, con ello el dolor parecía hacerse presente con gran magnitud a partir de entonces.

Vegetta suspiró antes de arremangar la sudadera del contrario, haciéndolo con cuidado para no lastimarle más de lo que ya había hecho para probar su punto.  Al ser algo no tan alarmante no necesitaba de una poción de regeneración, asi que empezó por ponerle un poco de hielo para desinflamar.

Las muñecas de Ruben tenían un tono rojizo bastante evidente que rodeaba toda su muñeca, además estaban algo hinchadas por no haber sido tratadas antes. El frío que transmitía el hielo le daba una sensación reconfortante, además que la atención que le daba el contrario ayudaba a que poco a poco se fuera relajando.

-Vale, con un poco de ungüento y esperemos que no te dure tanto  -Vegetta le sonrió mientras quitaba el hielo.

El ojiverde le regreso una leve sonrisa, hasta el momento no le había interrogado y eso le daba tiempo a pensar en su mentira.

Vegetta le tomó una de las muñecas para comenzar a untarle el ungüento, haciendo que el contrario hiciera una leve mueca al sentir la mano de su compañero esparcir el medicamento.

-Tranquilo mochuelo, seré cuidadoso, confía en mi.

Rubius decidió concentrarse en su compañero para evitar pensar en el dolor, podía sentir como levemente y con cuidado Vegetta le colocaba el ungüento sobre su piel, pudiendo sentir en su tacto el afecto con el que lo hacía.

Era cuidadoso, concentrándose solo en darle el masaje para calmar el dolor. Su vista estaba únicamente en la muñeca del contrario, quien veía embobado el rostro de Vegetta tan concentrado en él,  tan atento y cariñoso.

Esbozo una leve sonrisa, no pudiendo ocultar lo mucho que le gustaba esa atención en su persona, lo feliz que estaba en este momento. Pero mientras él contrario se dedicaba a curar la otra muñeca alzó la mirada encontrándose con la de Rubén.

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Capitulito nuevo sin falta.

Lo hice más largo de lo habitual, y si la inspiración y los sucesos lo permiten serán así a partir de ahora.

Nos vemos pronto.

I H̶ᴀ̶ᴛ̶ᴇ̶ (ʟᴏᴠᴇ) ʏᴏᴜ || RᴜʙᴇɢᴇᴛᴛᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora