61. My headache

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Las horas comenzaron a pasar, en algunos ratos más rápidos y otros eran tediosos.

Rubius se dedico a explorar un poco la casa de su compañero hasta que le dio tareas con las cuales ayudarle y así matar el tiempo juntos.

En un principio creía que seguiría preguntándole más cosas de las cuales no quería hablar, pero no fue así, Vegetta le hablaba de trivialidades y poco más. Agradecía que fuera asi porque sino estaba dispuesto a salir en la tormenta y morirse antes que hablar de quien esperaba olvidarse en esos seis meses.

Con eso pasaron toda la mañana haciendo diversas cosas para no aburrirse, ordenando cofres, revisando los suministros o incluso tonteando mientras daban solo vueltas a la casa,
hasta que fue hora de comer otra vez, no pudiendo creer que la tormenta seguía tan fuerte como en un inicio.

Vegetta le había dicho que no se preocupase mientras él prepara algo de comer pero con todas las atenciones que Rubius había recibido se sentía un poco en deuda, debía apoyarle en algo.

-Vamos Vegettita, déjame ayudarte -dijo mientras seguía al mayor por toda su cocina- prometo no quemarte la casa.

-Que no macho, lo haré yo -contestó esquivandolo- eres mi invitado, es lo menos que puedo hacer.

-No seas necio joder, que ya has hecho mucho por mi -exclamó el ojiverde- por favor Vegettita.

Vegetta suspiró algo cansado, sabía que estaría así hasta que le dijera que si, era como un niño pequeño a veces.
El mayor asintió haciendo que el contrario celebrara dando pequeños saltos y moviendo las manos con entusiasmo, Vegetta rio ante eso.

-¿Puedes cortar algo de tomate para la salsa? -preguntó, Rubius asintió.

-Claro, no soy un crío, se hacer eso -dijo pareciendo bastante seguro aunque Vegetta dudaba.

-Vale, toma un cuchillo y una tabla para picar -comenzó explicando mientras él le pasaba los tomates- una vez termines dime para echarlo a la licuadora.

El de sudadera asintió comenzando con su trabajo, Vegetta le miró unos segundos para asegurarse de que estaría bien sin su ayuda, pero una vez vio que todo estaba bien siguió con lo suyo.

No pensaba hacer algo tan complicado de todas formas, sin embargo le gustaba tomarse el tiempo para cocinar y darle su debida atención, era una tarea un tanto relajante para él. Podía estarse horas cocinando si la recompensa era una deliciosa comida hecha con cuidado y cariño de su parte.

Pero con Rubius a su lado esa no iba a pasar esta tarde.

A su compañero le gustaba tararear de vez en cuando una canción random, también le preguntaba a cada rato si los pedazos cortados eran lo suficientemente simétricos para él, cosa que no importaba ya que terminaría hecho puré, pero el ojiverde no paraba de preguntarle cada tanto para asegurarse.

Una vez termino con su tarea le asignó pequeñas cosas para que no le causará tantos problemas pero como era de esperarse Rubius le preguntaba cada segundo si lo hacía bien o pidiendo que le repita que tenia que hacer, adoraba al chico pero en ese instante solo quería correrlo de su cocina hasta que la comida estuviera lista de una buena vez.

-¿Qué más hago Vegettita? -preguntó con una sonrisa al contrario, Vegetta suspiró levemente.

-Ya solo falta colar la pasta, ¿Puedes hacer eso? -preguntó, al obtener una respuesta afirmativa le sonrió levemente- vale, una vez termines ya podemos servir nuestros platos.

Agradecía que solo faltaba eso y por fin podría volver a su paz, por lo que no se había preocupado en cuidarle esta vez, sin embargo, en cuanto Vegetta se giro apenas unos segundos para tomar sus platos escuchó un golpe fuerte a sus espaldas y un quejido por parte del contrario.

Al voltearse preocupado vio a Rubius tomar sus manos haciendo una mueca de dolor.

-¿Qué te pasó? -preguntó preocupado acercándose rápidamente a él.

-Solo tome la cacerola para escurrir el agua -dijo con leves quejidos, apretando sus manos hacia él en busca de calmar el ardor.

-Pero si serás tontito -contestó Vegetta haciendo una mueca- debías de ponerte los guantes de cocina o tomar un trapo, el agua seguía muy caliente aún y eso hace que la cacerola también.

-No pensé que también las asas.

Vegetta suspiró, no podía creer lo tonto qué podía llegar a ser a veces su compañero.

Pero no pensaba en reprocharle más, ya tenía suficiente con las heridas que seguramente se había hecho, por lo que lo llevó hasta la mesa del comedor para curarle las pequeñas quemaduras que se había hecho, por suerte aun tenia el botiquín a la mano.

No había sido tan grave por lo que solo le puso algo de ungüento para que las quemaduras no se notaran más adelante y asi apaciguar el ardor que sentía.

-Tal vez debí hacerte caso y esperar a que terminaras, lo siento -dijo Rubius, Vegetta negó con la cabeza.

-No te preocupes, que ya habíamos terminado de todas maneras -le dijo con una sonrisa, tomando sus manos y dándole un pequeño beso en ellas- ya estas curado, otra vez.

Acto seguido Vegetta o
Wv4.se levantó para ir a la cocina una vez más y servir sus platos de comida.

Mientras que Rubius se sentía un completo idiota al tener que ser curado una vez más por el contrario, solo quería irse de una buena vez pero el clima parecía pensar diferente.

¿Acaso el universo quería verlo sufrir más?

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Holiiiii

Vi que a nadie le gustaba la idea de un fic Foolishgetta, pero no problema que de todas formas la idea que tuve es para una Rubegetta así que de esa será.

Igual si se me da una idea para un oneshot o algo así lo haré.

Así que les iré informando sobre esta nueva idea.

Mientras me despido, nos veremos pronto.

I H̶ᴀ̶ᴛ̶ᴇ̶ (ʟᴏᴠᴇ) ʏᴏᴜ || RᴜʙᴇɢᴇᴛᴛᴀOnde histórias criam vida. Descubra agora