Cuarenta y dos

191 12 4
                                    

⚠️ADVERTENCIA IMPORTANTE⚠️

Los siguientes capítulos están llenos de contenido altamente tóxico. Antes de que leáis quiero advertir que en ningún momento estoy romantizando comportamientos tóxicos. Quiero que recordéis que esto es una historia y que todo lo que sucede aquí es pura ficción. Así que ahorraos los comentarios crueles insultándome a mí o a mi historia. Porque es precisamente eso, una historia, para entretener y no es de buen gusto para nadie leer comentarios desagradables insultándome a mí o a mis personajes, porque serán personajes pero son mis personajes y no me gusta leer cosas desagradables en mis historias por mucho que sean de lectura pública con comentarios abiertos.

Todo lo que ocurre aquí es pura ficción de una trama que puede llegar a ser real pero eso no significa que esté romantizándolo ni incitando a nadie a hacer algo igual o parecido. No estoy aquí para educar a lectores, estoy aquí para entretenerme yo y entreteneros a los interesados con una lectura, no es un libro de biología o psicología.

ES UNA NOVELA.

Y aunque sea un libro, para aquellos que se toman enserio que los personajes se sienten auténticos tienen todo el derecho del mundo a pensar como les de la gana porque somos libres de pensar como queramos. Así que no critiques si no te gusta que te critiquen y respeta las opiniones ajenas si quieres que respeten las tuyas. No es motivo para criticar ni insultar a nadie que no piense como tú.
Gracias a los bonitos lectores. Siento este gran testamento pero necesitaba aclararlo antes del capítulo.

Ahora sí disfrutad la lectura y sufrid un poquito con el drama porque se viene intenso y ya adelanto que vienen cosas malas.

Os amito.
-N.

***

Cuarenta y dos

Recibo la foto de la ecografía y sonrío. Sale precioso. Ethan me la quita y se la guarda en la cartera. Tiene todas las copias guardadas en una cajita en la mesilla. Está obsesionado.

—Toda va de maravilla para el día del parto, señores Langford —comenta la doctora—. Estimaremos cuando podría ser el día del parto.

La doctora anota todo en mi historial.

—Para cuándo se acerque la fecha debemos tomar algunas decisiones importantes —nos informa—. Haremos todo lo posible para que esté cómoda y las horas se pasen rápido.

Como se nota que pagamos un pastizal.

—¿Cuánto podría durar el parto? —pregunta Ethan.

—De media suelen tardar de ocho a diez horas. A veces una primeriza puede durar de doce a dieciocho horas.

—¿Qué podría durar cuanto? —exclamo con los ojos a punto de salirse de sus órbitas.

—No tiene que asustarse señora Langford —intenta calmarme la doctora—. Debe dilatar diez centímetros, y puede que tarda un centímetro por hora.

—Ni de coña, yo eso no lo aguanto. Me voy, que lo haga otro porque yo no.

¿Se nota que tolero mal el dolor? Además ese puto dolor es insoportable. Si duele la mitad de lo que dolieron las contracciones de Braxton Hicks estoy jodida.

—Calma nena, vuelve a sentarte.

—Que no me calmo, que no pienso aguantar dieciocho horas pariendo.

—Irá bien, nena, ya verás que exageraste y no es nada.

—¿Qué no es nada? Te voy a dar una patada en las pelotas a ver si dices que no es nada.

La doctora baja la cabeza aguantando la risa.

—Busque una solución porque yo no aguantaré esto —Ethan me tiene retenida por lo que no puedo huir—. O sale sin que duela o que de a luz otra. 

Llama del amor ✔️ [Llamas #3]Where stories live. Discover now