Treinta y cuatro

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Aviso

El siguiente capítulo está lleno de contenido altamente caliente para adultos. Si estás preparad@s para leerlo luego necesitarás una ducha de agua muy fría y purificar esa mente. Disfrutadlo pecadoras.

No es necesario leerlo si solo te interesa la trama y no deseas leer contenido +18.

La canción es mejor ponerla cuando lo dice en la capítulo.

Os amito.

-N

***

TREINTA Y CUATRO

Voy a aprovechar que mi tripita aún me permite moverme como quiera. Me guardo la amargura y las lágrimas para cuando no pueda ponerme los zapatos sola. Por ahora mi barriga de diecinueve semanas me deja ver sexy con estos conjuntos.

Aunque ya he estado viendo algunos que tengo en la cesta para cuando el embarazo está muy avanzado. Me gusta sentirme sexy y verme muy caliente para mi marido. Yo le doy lo que le gusta para que el me de lo que me gusta. Un trato muy satisfactorio.

Estoy tremenda aún embarazada.

Y me lo repito continuamente mientras me miro el espejo al maquillarme y peinarme.

Fue muy divertido ir a comprar conjuntos con Patrick. El pobre iba a mi lado pasándolo mal ante las miradas de las mujeres y hombres comprando en esa tienda de lencería. Algunas mujeres lo miraban divertidas e interesadas, otras un poquito avergonzadas de que vieran la clase de ropa interior que le gustan comprar. Los hombres en cambio lo miraban mucho más interesados que las mujeres. A mi querido guardaespaldas también le llueven los intereses.

La mejor parte fue preguntarle cuáles le gustaban más y opinión de como me vería con alguno. Poniéndose como un tomate apartaba la mirada mientras decía que si fuera de verdad su hermana mayor no le gustaría imaginarme llevando esas cosas.

Solo me ayudó a elegir los colores de más ropa interior que aproveché a comprar.

La idea me vino a la mente al pensar en hacer algo bonito para compensar el mal rato a mi maridito. Al principio se me había ocurrido una cena romántico pero luego pensé que me mejor me comiera a mí, eso le iba a gustar mucho mucho más.

Me pongo la bata para darle una sorpresa. Soy como un regalito que tiene que desenvolver.

En el salón me aseguro de tener todo preparado. Coloco las últimas velas y las voy encendiendo para apagar la mayoría de luces y dejar solo alguna que le de calidez a la estancia y no estropee el ambiente erotico.

Coloco bien las uvas en el plato junto al queso que llevo a la mesita de centro con la botella y la copa. Me cuesta resistirme y me como un par de fresas que me sobraron y dejé en la cocina.

Me estoy comiendo la tercera cuando oigo la puerta principal.

—Nena —exclama mi marido nada más atravesar la puerta.

Le escribí después de comer para decirle que me iba de compras. Necesitaba asegurarme que no insistiera en acompañarme y que viniera a casa más tarde porque aquí le esperaría.

—Hola mi amor —salgo de la cocina apoyándome en el marco de forma sensual.

—¿Qué es esto?

Las luces están bajas, en la mesa del salón hay velas, el plato con los quesos y uvas, un cuenco con fresas, un bote de nata, otro de sirope y una botella de vino tinto con una copa al lado.

—Quiero enseñarte lo que tu esposa haría por ti.

Me acerco y paso las manos por su pecho tirando un poquito de las solapas del traje para darle un buen beso con lengua que encienda la primera llamita que precede a la explosión atómica que voy a iniciar en este piso.

Llama del amor ✔️ [Llamas #3]Where stories live. Discover now