Veintiocho

135 13 2
                                    

Por suerte mi tía y mi prima solo se quedaron el fin de semana que pasaron más como turistas y solo tuve que soportar una comida más juntos. Mi prima, su marido y sus hijos volvieron a Suiza y mi tía viva más al norte del estado, no tan lejos de aquí como Gil pero lo suficientemente.

Por eso en cuanto nos despedimos de ellos en el aeropuerto y de mi tía que se iba en Uber pedí un menú increíble de hamburguesería para celebrarlo. Por suerte no me quedó trauma después de encontrar aquellos gusanos en mi hamburguesa y disfruto de comerme una muy grasienta, la reviso antes porque es mejor prevenir que lamentar.

—Ethan me va a matar si se entera de que te dejo comer estas cosas —Patrick me roba una patata frita y la moja en kétchup.

—Tú lo has dicho, si se entera —puntualizo tragando de mi hamburguesa—. Y si vuelves a robar de mis patatas te muerdo la mano.

Alza las manos inocente y se vuelve al sofá.

—Hola —Ethan me sorprende entrando en mi despacho.

Trago deprisa el resto de hamburguesa escondiéndome tras la pantalla del portátil para que no me vea pero es tarde cuando aparece al lado del escritorio y me mira acusatorio.

—¿Enserio, nena? —pone las manos en la cintura—. ¿No había algo menos sano? —señala el milshake de KitKat, los Nuggets y los aros de cebolla.

—Esto es lo único que me quita el hambre —me quejo.

—¿Y tenías que pedir helado también?

—Es que no me decidía —gimoteo—. ¿Y sabes lo rico que sabe con las patatas?

Él hace una mueca rara al verme mojar las patatas en helado y me roba unas cuantas de la cajita. Alguien más quiere morir hoy.

—El resto de la semana vas a comer más verduras —me señala dándole un sorbo a mi cola light—. Y si a quien te trajo esto vuelve a hacerlo se va a ir a la calle.

Patrick hace una mueca odiosa y me mira acusador.

—¿A qué viniste? —pregunto metiéndome muchas patatas en la boca antes de que alguien más me robe.

—¿A que vine? —se pregunta más para sí mismo—. ¡Ah, sí!

Me ofrece su mano.

—Levántate por favor.

Me levanto y poniendo las manos en mi cintura me hace a un lado dejándome confundida. Ethan coge mi silla y sienta su bonito culo en ella y luego me agarra sentándome en sus piernas.

—A esto vine —se pone cómodo en mi hombro.

Me río y limpio mis dedos en la servilleta para poder pasarle los dedos por el cabello. Fue a la peluquería hace unos días para un retoque y está sumamente guapo. Hoy no necesitó gomina, ni cera, ni nada por lo que tiene el pelo suave y huele mucho a su rico champú.

Me encanta su olor.

Se respira paz en mi despacho que es interrumpida por la puerta abriéndose de golpe con la entrada de mis escandalosas amigas.

—Holaaa, llegaron las reinas —Hannah entra en el despacho como si fuera el suyo con Rebeka a la que se le pegaron las costumbres de mi mejor amiga.

Amigas con esa clase de confianza son las mejores. Entran hasta donde estoy y me saludan con un beso en la mejilla. Y como no, Hannah me roba de las pocas patatas que me quedan. Otra que va a ir a mi lista negra del personas que desean morir hoy.

—Venimos a una charla de chicas —Hannah me mira fijamente y enseguida entiendo el mensaje.

Me giro hacia Ethan.

Llama del amor ✔️ [Llamas #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora