Quince

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*Pequeña pausa para decir una cosita breve. No soy médico y tampoco tengo mucha idea de embarazos por lo que es posible que me equivoque en algún capítulo. Siempre investigo antes de escribir pero en Internet puede haber datos erróneos. Así que, perdoncito si hay cosas mal, si me equivoco intentaré corregirlo lo antes posible.

Os amito.

***

QUINCE

Parejas y más parejas pasaban delante de mis ojos, unos con bebés pequeñitos en brazos o en carritos y otras no tan felices esperando turno. Había una parejita tan joven con cara de estar a punto de echar la papilla.

Al final del pasillo donde estaban los papás esperando a su consulta se escucharon un llanto fuerte, perforatimpanos. Enseguida se me encogió el corazón por la empatía.

Agarré la mano de Ethan llevandola a mi vientre sintiendo tristeza por oír llorar a ese bebé sufriendo por sabe dios qué.

—¿Qué le están haciendo a ese bebé? —murmuré haciendo pucheros—. A mí bebé no le van a hacer ningún daño.

Ethan se ríe.

—Tranquila mamá leona —me besa la sien.

—Mi cachrorito no lo toca nadie o lo mato.

—Me encanta tu lado de mamá protectora.

—¿Loren Langford? —la enferma llamando nos interrumpió y entramos a la consulta.

Ya estábamos acostumbrados a venir a las ecografias. Ethan había pedido varias ecografias más porque aún está un poco nervioso por todo lo del accidente.

—Y ahí está el pequeñín —señala la doctora moviendo suavemente el aparato por mi vientre.

Me quedo mirando la pantalla maravillada. La sombra del bebé se mueve muy poquito y apenas se aprecia la forma porque aún es muy pequeño, pero ahí está.

—Garbancito está creciendo —murmura Ethan a mi lado.

Se me saltan las lágrimas y me abanico la cara. Ethan me mira y sonríe.

—Nena —dice acariciando mi mejilla enternecido.

—Es que es tan bonito —lloro como tonta emocionada—. Míralo que guapo es.

—Es hijo mío, claro que es guapo —alardea y la doctora se ríe.

Le doy una mala mirada y le golpeo el pecho con la mano.

—Bruta —se queja sobándose.

—Te pasa por tóxico posesivo de nuestro hijo —recalco el nuestro para qué recuerde que también es mío.

Siempre dice mi hijo olvidando que soy yo quien lo lleva dentro y seré yo quien sufra la grandisima putada que es parir. Dicen que duelen mogollón y yo tolero muy mal el dolor, voy a llorar antes de tiempo.

—Ya te lo dije —réplica agarrandome de la nuca acercando nuestros rostros—. Mi mujer, mi aún posible hija.

Ante la mención del sexo la doctora se gira.

—Aún falta para averiguar el sexo —informa la doctora—. ¿Querrán saberlo?

—Si, así se verá quien tiene razón —asiente Ethan.

Niego divertida está obsesionado con que tiene razón y es niña y se enfada, sobre todo con los gemelos, cuando afirmamos sentir que será niño. Yo tengo el presentimiento de que es niño y será tan guapo como su papá.

Me limpio el estómago al terminar y Ethan ya está persiguiendo a la enfermera para que le envíe el video de la ecografía y le imprima varias fotografías. Bajando de la camilla me abrocho los vaqueros y bufo cabreada porque ya empiezan a quedarme justos y eso no me gusta.

Llama del amor ✔️ [Llamas #3]Where stories live. Discover now