I See Who I Wanna Be (in my daughter's eyes) {{SuperCorp}}

Capítulo 18

Lena había estado más que abrumada en el trabajo durante la última semana. L-Corp estaba tratando de cerrar un gran trato con posibles nuevos inversores en Japón y Lena no confiaba en nadie más que en ella misma y su equipo cuidadosamente seleccionado para hacer el trabajo. Desafortunadamente, eso significaba trabajar temprano en la mañana y tarde en la noche en su oficina tratando de terminar todo antes de la fecha límite. No había estado durmiendo por más de cuatro o cinco horas por la noche y apenas había visto a Leni.

Lena la dejaba en la guardería durante unas horas por la mañana antes de llevarla a la escuela y luego Sam la recogía. Como Lena no podía salir de la oficina hasta tarde, Leni siempre estaba dormida cuando finalmente llegaba a la casa de Sam para recogerla por las noches, y cuando llegó el viernes, Lena se sentía como la peor madre del mundo, de todo el planeta entero.

Casi había llegado a su punto de ruptura esa mañana cuando parecía que el trato no se cerraría, pero habían trabajado incansablemente para resolver el problema durante el resto de la mañana y hasta bien entrada la tarde. Afortunadamente, cuando llegó la hora de la cena, el trato estaba completo y Lena casi había caído al suelo y sollozado de alivio. Tenía una botella de champán lista para celebrar con su equipo, una recompensa por todo el tiempo y el arduo trabajo que le habían dedicado la semana pasada, pero cuando terminó y guardó todo, le dolían los pies y su ropa era más que incómoda después de haber estado con ella durante casi 14 horas seguidas. Todo lo que quería era ir a casa y recuperar el sueño que se había perdido durante toda la semana.

Sam había llamado antes y de alguna manera convenció a Lena de ir directamente a casa desde el trabajo para descansar un poco, prometiendo traer a Leni en cuanto se despertara por la mañana. Lena no estaba muy interesada en la idea al principio, extrañaba desesperadamente a su bebé y quería pasar tiempo con ella, pero sabía que tenía más sentido dejarla descansar en la casa de Sam en lugar de arrastrarla una vez más y conducir todo el camino a casa.

Lena salió de la oficina después de entregar la botella de champán ridículamente caro a su equipo y decirles que tuvieran una buena noche. Ya estaba oscuro afuera, las primeras noches de invierno habían llegado y encendió la calefacción al máximo en el momento en que se deslizó en el asiento del conductor del auto.

Medio debatió ir a la casa de Sam y recoger a Leni de todos modos, pero sabía que estaría durmiendo, y una Leni cansada, malhumorada y quisquillosa no es algo de lo que Lena se sienta responsable en este momento. Consideró conducir hasta allí y pasar la noche con ella también para no tener que despertarla, pero Lena no quería imponer aún más a Sam, así que decidió irse a casa y acostarse temprano. De esa manera, podría levantarse temprano a la mañana siguiente y pasar todo el día con su bebé. Después de todo, le prometió un viaje al museo de ciencias.

* * *

Lena estaba a la mitad de su ducha, con el cabello enjabonado y disfrutando completamente de la calidez del agua caliente que relajaba sus músculos doloridos y tensos después de la semana dolorosamente larga que había tenido, cuando su música dejó de sonar y su tono de llamada comenzó a sonar fuerte en todo el baño. .

Sus pensamientos fueron inmediatamente a Leni y rápidamente salió de la ducha, se deslizó por el suelo y rezó para que todo estuviera bien mientras buscaba a tientas su teléfono. El aire era fresco sin el calor del agua para mantenerla caliente y se le puso la piel de gallina en todo el cuerpo mientras temblaba levemente por el frío. El jabón goteaba de su cabello y estaba completamente desnuda mientras miraba la pantalla y sintió que el alivio la inundaba cuando vio el nombre que actualmente aparecía en la pantalla.

Kára .

No fue Sam. Leni estaba bien. Lena suspiró aliviada antes de agarrar su toalla del perchero y envolverla rápidamente alrededor de sí misma mientras presionaba el botón de respuesta y ponía su teléfono en el altavoz para evitar que se mojara con su cabello.