I See Who I Wanna Be (in my daughter's eyes) {{SuperCorp}}

Capítulo 22

Kara estaba pasando sus vacaciones de invierno en casa en Midvale. Pasar un buen rato en familia con Eliza y Alex era exactamente lo que necesitaba después de la montaña rusa emocional de las últimas semanas y no veía la hora de verlas. Claro, Alex la había visitado algunas veces cuando podía, pero no era lo mismo que estar de regreso en su ciudad natal con Alex y Eliza. Le preocupaba que alejarse pudiera hacer que se distanciaran, pero sabía que era un pensamiento tonto. Sabía que en el momento en que regresara se sentiría como si nunca se hubiera ido, y realmente no podía esperar. Fue agradable tener a Oreo con ella esta vez también, Kara se había sentido un poco nerviosa por todo el asunto, pero había dormido tranquilamente en su regazo durante la mayor parte del viaje.

Su cabeza se sacudió suavemente mientras yacía contra la ventana del tren y permitió que sus pensamientos la tragaran por un largo momento mientras el constante borrón del paisaje casi la ponía en trance. A Kara le encantaba tomar el tren a casa, podría haber conducido fácilmente si hubiera querido, pero había algo tan terapéutico en ver el mundo pasar rápidamente en un borrón de color mientras estaba sentada a salvo dentro del vagón. Ver el cambio lento a medida que el sol comenzaba a ponerse fue cautivador y Kara no se había dado cuenta de lo mucho que había necesitado alejarse hasta ahora.

Había visto la expresión de arrepentimiento en el rostro de Lena en el momento exacto en que le había dicho que se fuera, y Kara se había quedado unos segundos más con la esperanza de que cambiara de opinión, rezando desesperadamente para que Lena se diera cuenta de que no estaba en esto sola, que ella no tenía que enfrentarlo por su cuenta. Sus palabras se repetían en un bucle en su cabeza.

No puedo hacer esto ahora, creo que deberías irte.

Ella entendió, realmente lo hizo. Demonios, la única razón por la que se había acercado en primer lugar era porque entendía tan bien que sabía que Lena se volvería loca. Solo esperaba que la dejara entrar, que dejara que Kara estuviera allí para ella, pero no lo había hecho y Kara estaría mintiendo si dijera que no estaba más que un poco herida.

No habían hablado desde entonces y habían pasado unos días. Se sentía extraña y se preguntó si Lena también lo estaría sintiendo. Gradualmente, comenzaron a enviar mensajes de texto cada vez más hasta que se encontraron a menudo informando a la otra sobre su día o enviando fotos de cualquier comida que estuvieran comiendo en ese momento. Los de Lena solían ser siempre algún tipo de ensalada y Kara nunca dudó en hacerle saber lo ofendida que se sentía. Luego enviaba una foto de su propia comida, siempre algo con una tonelada de carbohidratos, y bromeaban sobre los hábitos alimenticios de los demás. Se sentía extraño no recibir mensajes de texto de buenos días y buenas noches de Lena, y Kara extrañaba enviarlos en respuesta.

Sabía que era una tontería, conocía a la mujer desde hacía menos de un año y, sin embargo, se había convertido en una parte tan importante de su vida diaria. La pequeña sonrisa que Lena le enviaba todas las mañanas cuando dejaba a Leni en la escuela era suficiente para alegrar todo el día de Kara, porque sabía que esa sonrisa en particular estaba reservada solo para ella. La forma en que se reía tan libremente cuando hablaban por teléfono a altas horas de la noche era un sonido que Kara atesoraba, era como si la cubierta de la noche le diera a Lena una sensación de libertad que no tenía durante el día. Kara sabía que esos eran los momentos en que veía a la verdadera Lena, la que le sonreía desde la pantalla a través de FaceTime mientras hablaban sobre las cosas más aleatorias imaginables hasta que una de ellas no podía sofocar un bostezo, generalmente Lena dado su apretada agenda.

Sintió una punzada en el pecho, la misma que había estado allí desde que se presentó en la casa de Lena unos días antes, así que trató desesperadamente de pensar en otra cosa. Sobre cualquier otra cosa para calmarse un poco.