I Want To Tell You (George Harrison)

95. Segundo Intento

CAPITULO 95

Maureen estaba enojada, últimamente ese era el sentimiento que siempre sentía enojo con todo, estaba enojada con Ringo, estaba enojada con Angie, estaba enojada con George, pero sobre todo estaba enojada consigo misma. ¿Como había dejado que todo esto sucediera?

Para ella el inicio y la decadencia había iniciado desde que Jess le dijo su futuro, a partir de ahí lentamente todo lentamente se fue deteriorando como si se tratara de un lento veneno, luego nació Lee pensó que todo iba ir mejor, pero Ringo, que siempre había sido él más simpático y agradable de todos los hombres que había conocido, comenzó a estar siempre de mal humor, siempre lleno de ira y desquitándose con ella, engañándola varias veces. Y todo el amor que sentía hacía Ringo también se había manchado de resentimiento y reproches.

Era injusto, era injusto que Angie la reprochara algo cuando no tenía idea de lo mucho que había sufrido, cuando ella trajo a su perversa amiga que decía venir del futuro y le arruinó la vida.

Ella había conocido primero a George, lo había conocido cuando todavía no eran la banda más popular del mundo, los había conocido cuando solo era una buena banda de Liverpool que tocaban en tabernas, había conocido a George cuando solo era un chico tímido y muy callado que tocaba la guitarra.

Había sido su amiga por varios años, había conocido a sus anteriores intereses romántico, incluso cuando se conocieron él había intentado invitarla a salir, pero era demasiado tímido para hacerlo (se lo había dicho una vez cuando estaba borracho), y luego Ringo se le adelantó, y le resultó mucho más simpático que Harrison, Ringo siempre le había hecho reír, la había hecho sentirse querida, y por unos años todo fue de maravilla. Hasta que todo comenzó a torcerse, y había terminado mal.

George era el único que la entendía, él también sentía lo mismo que ella respecto a lo que había contado a Jess un sentimiento que el mismo había dicho que nunca le había contado a Angie ya que ella no lo entendía. Al principio él llegaba buscando a Ringo, pero casi nunca estaba en casa terminaba hablando ellos dos, después llegaba a buscarla a ella.

Y a veces se encontraban y hablaban de eso sabiendo que era los únicos que sabían la verdad y que se entenderían, la única persona con la quién podía ser sincera era él, George la escuchaba siempre, la había consolado en varias ocasiones, ella lo había consolado a él ya que vivía atormentado pensando en la muerte.

Y poco a poco le comenzaba a pensar que la vida era injusta, era injusto que ellos no pudieran estar juntos, que ella estuviera casada con alguien que no la apreciara, que George estuviera casado con uno de sus amigos, sino fuera por otras circunstancias, si George no hubiera sido tan tímido tal vez hoy estarían juntos. Tal vez...

Pero en realidad se autoconvencía de eso para justificarse y no sentirse culpable.

Luego cuando estaba dispuesta a contárselo todo a Angie y hacerse cargo de las consecuencias, su amiga le contó que estaba embarazada y se le rompió el corazón de nuevo, por unos días intentó olvidar todo, callarse, pero al final no podía seguir mintiéndole a Angie.

-¿Me escuchaste? Estoy enamorada de George. - repitió al ver que Angie se había quedado en silencio por varios minutos.

-Te escuché. - murmuró.

Odiaba esa mirada que le lanzaba que expresaba lo traicionada que se sentía, pero sobre todo la tristeza que reflejaba en ella preferiría ver la furia en los ojos verdes de su amiga que aquella profunda tristeza, y todavía se sintió peor cuando ella se llevó inconscientemente una mano al vientre, probablemente estaba pensando en el bebé. Entonces no pudo aguantarlo más y rompió a llorar: