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CAPÍTULO 74. 

Angie estaba tocando el timbre de la casa con mucha insistencia, se sentía apunto de perder los estribos cuando después de varios minutos quién abrió la puerta fue Dennis le sonrió falsamente, no quería parecer desesperada pero así se sentía.

-¿E-esta Mick?- preguntó la ojiverde miró por la puerta con la esperanza de ver a May por ahí, peor no la vió.

-No, no esta el señor. 

-¿Dennis me dejas pasar unos minutos?, solo quiero ver como esta May.

Pensó en entrar con un empujón, Dennis tenía ya casi sesenta años no le costaría para nada pasar de ella apesar de que no era muy alta y de su complexión delgada, sabía que comentario probablemente en otro tiempos menos tensos haría reír a George probalemente le diría: "No te moleste amor, pero eres la persona menos amenzante que he conocido". 

Dennis al parecer leyó su pensamiento porque se puso atrás de a puerta y la cerró un poco dejando una pequeña rendija entre ellas, si inteba Angie algo le sería muy fácil cerrar la puerta de un empujón.

-No se preocupe, la niña está bien, señora, además el señor Jagger dijo que si venías no te dejará pasar a casa, me dijo que por el momento el poseé la custodia hasta que se haga su juicio y que le dijera que esperarás hasta el siguiente fin de semana que te toca la visita. 

-No lo tienes que decir que vine aquí Dennis, yo no diré nada, esto se quedará entre nosotros.

-Lo siento señora- le lanzó una mirada de lástima.- además no confió en su palabra se ve algo desesperada y que no ha dormido en días, no dudó que podría robarse a la bebé.

-¿Como me voy a robar mi propia hija?- preguntó incredúla. 

-Sera mejor que esperé. 

A continuación Dennis le cerró la puerta en la cara, Angie volvió a tocar el timbre un par de veces pero se dio cuenta que era inútil y que incluso podría llegar a llamar a la policía por acoso o hostigamiento,  y lo que menos necesitaba en ese momento era más problemas y menos a unas semanas a que se celebraría su juicio, necesitaba pasarecer una persona estable y un miembro ejemplar de la sociedad.

Esa mañana le habían informado que le habían quitado la custodia de May a petición de Mick, y que mientras no se celebrará el juicio y dieran su veredicto, no podría hacer nada referente a la custodia, después de hablar con su abogado salió a casa de Mick para intentar hablar con él ya que llamadas hace días que no le contestaba.  

Se sentó sobre el pórtico se cubrió el rostro estaba cansada apenas había dormido esa semana la preocupación no la había dejado, no quería perder a May, sabía que Mick solo hacía todo eso para castigarla no porque le importaba su hija, al final fue a su estudio los encontró, todos la miraron cuando entró al estudio. 

-Oh mierda, ¿que le has hecho a Angie, Mick?- preguntó Bill al ver los ojos llorosos y ojerosos de la chica, además de la expresión desholada y cansada de su rostro. 

A Bill se  le vinieron algunos recuerdos a la mente  lejos quedaba de su memoria el recuerdo de hace unos años de la chica dulce e inocente, llena de ilusión que miraba con adoración a Mick mientras les tomaba unas cuantas fotos y se sonrojaba con facilidad ante cualquier intentó coqueteo de lo demás o algún cumplido subido de tono de Jagger.

-¿podemos hablar a sola, Mick?- le preguntó Angie con la voz ronca. 

-No sé si...- al ver que todos sus compañeros le lanzaban miradas enojadas murmuró- bueno... cinco minutos.

Entraron a la oficina de su represante que por el momento estaba vacía, entonces Angie lo miró:

-Por favor, Mick no me hagas esto, sé que no eres una mala persona, solo me tienes mucho rencor y odio pero ¿no te das cuenta que al querer herirme solo le estás haciendole daño a tu propia hija?

I Want To Tell You (George Harrison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora