I Want To Tell You (George Harrison)

100.

CAPITULO 100

-Oh felicidades, la última que nos vimos no me había dado cuenta de que estabas...

-Esa era la idea, ahora es imposible esconderlo- lo interrumpí mientras esbozaba una sonrisa un poco forzada, miré a mi alrededor después dije.- Bonita casa.

Paul me había llevado hacía la sala, y todo era como me lo esperaba el castaño siempre había tenido un excelente gusto para ese tipo de cosas.

-George debe estar entusiasmado. - continuó.

-No estoy con George, y él no lo sabe.- respondí rápidamente.

-¿Qué?

-Lo que escuchaste, él no lo sabe y espero que no salga nada de ti, nos hemos dado un tiempo.- le expliqué un poco tensa, al ver su rostro me di cuenta que venir a visitarlo había sido una mala idea, debí inventar una excusa.

-Oh,...esto..., el bebé- parecía algo incomodo pero al final soltó.- ¿Es de Jagger?

-¡No! No, dios me libre, definitivamente el bebé es de George.- dije soltando una risa tensa.

-Perdón, es que la última vez que los vi juntos parecía que ahí había algo, y luego el comentó algo sobre del odio al amor, y ahora con lo que dices que te has dado un tiempo, pensé que tal vez habías vuelto con él.- se explicó.

-En serio Paul, ahora no quiero hablar del bebé, mejor enséñame tu propiedad nunca he estado aquí.

-Oh sí, se me olvidaba que nunca nos ha visitado, en realidad creo que es raro ¿no? Lo fácil que es distanciarse de personas que hace años veías muy frecuentemente, ¿no quieres sentarte un rato primero? fue un viaje largo, espero que no haya sido incómodo para ti.

-No claro que no- mentí ya que si sentía un dolor de espalda, y un poco de dolor de cabeza, definitivamente en este momentos no estaba para viajes largos.- Solo necesito un vaso de agua, y un poco de aire fresco.

-Iré por el vaso de agua.

Paul me hizo un recorrido por su propiedad, el recorrido me hizo bien porque me sentí mejor, después no sentamos, Linda estaba ahí nos quedamos platicando hasta que llegó la hora de comer, que yo estaba esperando desde hace tiempo ya que tenía mucha hambre, a pesar de la amabilidad de Paul podía sentir que este no se sentía muy cómodo, era obvio que tenía opiniones acerca de lo que habíamos hablado recién llegué a su casa.

-Hubieras traído a tu hija, se hubiera divertido jugando con las niñas- mencionó Linda cuando estábamos tomando el té.- hablando de eso ire a ver si Stella ya despertó.

Linda se pusó de pie y salió de la habitación.

-¿Como está?

-Esta con Mick- le respondí, luego comencé a farfullar.- Creo que es mejor, últimamente ha estado algo triste con todo lo que ha pasado con George, sé que quiere hablar con él...

-¿Cómo que no le dejas hablar?- me preguntó desconcertado y parecía que mi respuesta lo había molestado un poco.

-No es su padre, Paul.- me límite a responder mientras le daba un sorbo a mi taza.

-Angie, eres cruel, si a mi Linda me alejara repentinamente de Heather me sentaría mal, muy mal, ¿Cómo has podido hacerle eso a George?

-Le estas teniendo muchas consideraciones a Harrison, pensé que no se llevaban bien- murmuré a la defensiva por el comentario de McCartney.- me dejas ver como mala persona.

-Bueno, hace años que no hablamos, pero... no puedo evitar sentir un poco de empatía, además no eres mala pero la cosas que haces, son algo desagradables ¿no crees?