1. No Digas Eso

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CAPITULO 1

Un año después...

La puerta se abrió y él entró de una manera muy silenciosa, yo me encontraba sentada en el sillón de la esquina, las luces estaban apagadas así que no me podía ver si no volteaba hacía donde estaba yo.

-¿Porque has llegado a esta hora?- pregunté enojada con los brazos cruzados.

Mick se sobresaltó al verme sentada en el sillón de la sala, sin duda pensaba que ya me debía encontrar dormida a esta hora, con mucha razón porque eran las cuatro de la mañana, pero lo había estado esperando toda la noche.

-Tenía cosas que hacer, estaba con los chicos, ya sabes no es fácil estar en una de las bandas más influyentes y famosas del momento- contestó arrogante a lo que yo solo puse los ojos en blanco.

-¿Estabas con los chicos? ¿Estás seguro? ¿O con otra?- le pregunté furiosa ya lo conocía y no era la primera vez y de seguro tampoco la última que me hacía esto, me puse de pie y prendí la luz, pude ver que la ropa de mi esposo estaba demasiado arrugada.

-¿Porque siempre tienes que desconfiar de mi, querida? Estuve con mis amigos ¿Ya no puedo salir a tomarme unas copas con ellos?- preguntó frustrado.

-Porque no puedo confiar en ti.

Tenía la sospecha de que Mick me estaba engañando, pero nunca lo había podido comprobar pero claro que leía las revistas y los chismes, nadie sabía que él y yo estábamos casados, sólo nuestros amigos y familiares más cercanos, él me decía que era mejor así por mi propio bien ya que no estaba preparada para vivir de esa forma siendo el foco de atención de miles de personas, pero había comenzado a pensar que la verdadera razón era para que  él pudiera seguir viviendo su vida estilo de vida de soltero ante todos o porque le avergonzada salir con una persona tan común como yo.

-¿Puedes dejar de insinuar esas cosas? Estoy cansado de las mismas acusaciones.

-¡Entonces llega a la hora que prometes!

Y de nuevo volvimos a discutir sobre lo mismo durante varios minutos.

-Angie no me gusta verte enojada, te quiero.

-No es cierto, si me quisieras no me engañarías, y tampoco te avergonzarias de mi, pero lo haces.- replique con los ojos llorosos.

-No me averguenzo de ti. ¿Porque piensas eso?

-¿Entonces porque mantienes oculta nuestra relación? Soy tú esposa pero solo unos pocos lo saben, no podemos salir juntos a lugares públicos por miedo a que algún reportero nos vean juntos y descubra la verdad, acaso es ¿porque no soy famosa? que te averguenza estar casado con una persona tan común y sin importancia como yo.

-No digas eso, no eres nada común eres la persona más especial que he conocido- dijo mientras ponía su mano sobre mi rostro- Ya te lo he dicho mil veces es porque...

-No te creo, Mick, nada de nada, ¿no soy lo suficientemente buena para un Stone?- pregunté soltandome de su agarre.

-¿Porque me avergonzaría de ti, Angie? Eres la chica más hermosa que he conocido, cualquier chico se quedaría enamorado con tan solo verte.

Típico de Jagger cuando quiere que lo perdones no deja de llenarte de cumplidos dulces.

-Y aún así... Buscas a otras chicas con quien acostarte, tal vez debí seguir el consejo de los demás nunca debí haberme casado contigo, somos muy jóvenes, Mick.- era la primera vez que decía eso en voz alta.

-No, no digas eso.

-Solo estoy siendo sincera.- respondí.

Sin decir nada más me metí en  habitación y me acosté en la cama, unos minutos después entro Mick, cuando él entró a la habitación me hice la dormida ya que no tenía ganas de hablar más con él, pero no podía dormir, no tenía sueño, podía sentir como él se acostaba a mi lado y se quedaba dormido rápidamente. 

Yo amaba a Mick pero ¿Porque ahora sentía dudas de haberme casado con él? ¿Porque dentro de mí sentía un vacío dentro de mí? Y si él me amaba como me había dicho tantas veces ¿Porque me engañaba? ¿Porque me ocultaba? ¿Acaso no era suficiente para él?

...

Al día siguiente seguía enojada con Mick no le había dirigido la palabra en todo el camino al estudio estudio, cuando entramos ya se encontraba los demás chicos.

-¿Cómo están el par de tórtolos?- preguntó Keith al vernos entrar.

-Qué te responda Mick.- respondí de mal humor.

-Otra vez peleados- concluyó Brian y con sarcasmo agregó.- Que sorpresa. Creo que desde que se casaron la mitad de su matrimonio se la han pasado peleados. Esta es la clara explicación de porque nunca me casare.

-No estamos peleados, solo estamos cansados él perro del vecino se la pasó ladrando toda la noche y no nos dejó dormir.- mintió Mick fastidiado.

-Si, claro.- dijo Keith sin creerse nada de lo que había dicho el ojiazul.

Los chicos empezaron a ensayar mientras yo los miraba, yo era la fotógrafa oficial de los Stones, así podía estar cerca de ellos sin levantar sospechas algunos pensaban que era la amante de algunos de ellos pero nadie sospechaba que estaba casada con Mick. Cuando terminaron el ensayo, Keith se me acercó y me preguntó:

-¿Ahora porque están peleados?

-Por lo mismo de siempre, Mick me engaño.- dije sacando un cigarro de mi bolsa.

-Sabes deberías vengarte de él, Angie. Deberías pagarle con la misma cucharada a tu esposo, para que vea lo que tu sientes cada vez que te pone el cuerno.

-Son amigos, se supone que no deberías darme esta clase de "consejos", deberías estar diciéndome que lo perdone o algo así.

-Aconsejarte es mi deber.

-Eres muy mal consejero, Richards.

-Siempre se sale con la suya.

-¿A quien sugieres para  vengarme?- le pregunte viendo para donde iba eso y bajando mi tono de voz-  ¿No seras tu?- inquirí arqueando la ceja.

-Bueno estoy disponible y soltero, tu eres muy hermosa, Angie, lo he de admitir.- dijo él acortando cada vez más las distancia que quedaba entre nosotros.

-Paso, no planeó vengarme de Mick, pero si lo hiciera no fuera contigo o con ninguno de la banda no quiero causarles conflictos, son amigos.- dije alejándome de él con una sonrisa al ver su cara de estupefacción.- Si hago lo mismo que hace él no ayudara a que nuestra relación mejore, además Mick es el único hombre que me podría gustar, nunca me ha gustado nadie más.

-Eres un ángel, al perdonar a Mick siempre que sale con sus infidelidades, tenerle paciencia y amarlo, no se que hizo para conseguirte, tiene mucha suerte de tenerte.

-No soy un ángel soy una tonta, aunque esta vez no lo perdonare tan fácil, tendrá que sorprenderme, dile que busque algo más creativo que compararme un collar o un ramo de flores.

Durante la semana Mick se la pasó intentando pedirme disculpas de todas las maneras posibles, las cuales eran tan predecibles que se me hacían insultantes. 

-No se que hacer ya para que me perdones, cariño.- dijo rendido un día, después de traerme una caja de chocolates y después de que yo se las rechazará.

-Tendrás que pensarlo aunque sea un poco.

Él se fue todo el día pero cuando regresó estaba muy feliz y confiado.

-ya sé como me perdonaras.

-¿Así? Porque sí es otro ramo de flores tendrás que comprar también un florero nuevo porque ya no quedan.

La casa que estaba llena de flores, de todos los colores y tamaños.

-No, son flores, te llevaré a la siguiente fiesta, te presentaré como mi esposa ante todos mis amigos y gente que puedan estar ahí, eso es lo que quieres ¿no? Que ya no te esconda más, ya no tendrás que ocultarte, linda. Todo el mundo sabrá que soy un afortunado al tener a la esposa más buena y hermosa del mundo. 

No pude evitar sonreír al escuchar eso, me lancé hacía los brazos de Mick y lo besé en los labios.

-¿Eso significa que estoy perdonado?- me preguntó con una sonrisa boba en el rostro.

-Si, era lo único que quería .- y volvimos a juntar nuestros labios.

Gracias por leer.

I Want To Tell You (George Harrison)Where stories live. Discover now