43. Un Día Frío

697 56 36
                                    

CAPITULO 42 
Angie

Había traído a May conmigo que apenas estaba empezando a aprender a caminar he intentaba jugar Zac que eran mas o menos de la misma edad, Maureen me miraba fijamente como si estuvier cavilando algo al final habló:

-No pude evitar escuchar tú plática con Mick el otro día.

-Oh si, perdón por eso, no debieron escucharlo, Mick es demasiado drámatico y le encanta llamar la atención.

-¿Te quieres divorciar de él?

Aquella pregunta tan directa me sorprendió bastante, volteé hacía otro lado algo avergonzada.

-Si, supongo que si.

-¿Ya no lo quieres? ¿Porque?

-Le guardo cierto cariño- recoocí.- pero últimamente me hace tan infeliz que ya ni siquiera estoy segura de eso, de todos modos da igual ¿sabes? Él no quiere separarse... y bueno... dice que me quitará a May si me separo de él.

-Pero él... no puede amenazarte con eso ¿Como se atreve?- preguntó bastante indignada.

-Pues sé atrevió.

-No pueden seguir juntos Angie, es obvio que ninguno de los dos es feliz en esa relación, no debes rendirte.

-¿Que quieres que haga? No pienso separarme de May y menos dejarla al cuidado de Mick.

-Ve con abogados, expone tú caso y ve que opciones tienes, no se tiene que enterar, Angie, no puede estar casada con Mick si no lo quieres.

Tal vez era una tontería pero las palabras de Mo, me hicieron sentir mejor y pensé que tal vez me había rendido muy pronto, lo más importante era mantener todo en secreto.

...

Desde que había intentado huir de casa Mick había entrado en un camino de autodestrucción con las drogas, y volvía con sus andandas con sus infidelidaes, sabía que en cierta parte él también se había rendido para intentar satisfacerme, pero me pregunta aún así ¿Porque no me quería soltar? Hace ya varias que no teníamos ni siquiera un intimidad más haya de un beso o un abrazo.

Odiaba que llegará tan drogado y que May lo viera así aunque la niña no le prestó mucha atención porque estaba jugando con un juguete bastante riduoso, yo intenté ignorarlo y seguí con lo mío que estaba poniendole un botón caído a un abrigo mío, cuando se acercó a mi pude oler claramente una fragancia femenina que no era mía.

-Dios, deberías decirle a Marianne que no se ponga media botella de perfume.- le dije mientras fruncía el ceño.

-¿Acaso te enoja que vea a Marianne? A ella si le importó, dice que no me aprecias y que eres demasiado ingenua...

-No soy ingenua, Mick, de hecho yo también puedo hacerte el mismo daño que me hiciste a mi- dije mientras aparecía una sonrisa maliciosa en mi rostro.

-Hacerme daño ¿tu? Solo con tu indiferencia pero además de eso, nunca podrías.

-Te he sido infiel.- confesé mientras miraba su rostro para ver su expresión, debía admitir que infrigirle un poco del daño que me había hecho a mi todo este tiempo fue algo que disfrute.

-Mientes.- dijo mirandome sin poder creérme.

-No, no lo hago.

-Te estas burlando de mi, no es gracioso.

-¿Acaso me estoy riendo?

Me quede mirandolo fijamente a los ojos, hasta que él al final aparto la vista y frustrado miró hacía otro lado, empezó a decir groserías y a maldecir a lo alto, se puso de pie y pateo una silla.

I Want To Tell You (George Harrison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora