Capítulo 11

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Eleonora trataba de consolar a su prima, pero la pena y culpa de Luciana era muy grande, lo que le hacía difícil olvidar lo ocurrido.

— Me siento responsable por lo que ha pasado, te dejamos sola mientras lidiabas con Alberto — Eleonora tenía tomadas las manos su prima y pasaba un dedo por el anillo con la gema en forma de corazón — Sé que es difícil para ti y muy fácil para mí decirlo, pero, debes dejar en el pasado aquel romance, recuerda lo mejor y sigue con tu vida adelante.

— Es que lo he intentado, me es tan difícil, no puedo y no quiero olvidarlo, me siento tan tonta por seguir esperándolo.

Eleonora seca las lágrimas de Luciana y le pide que le vea a los ojos.

— Dime la verdad Luci ¿Quieres esperar a Alberto por los años que te ha dicho, hasta que se divorcie de su esposa?

Luciana da un suspiro y de manera decidida niega con la cabeza, lo que le hizo volver a llorar.

— Luci, no te juzgaré si me dices que sí, porque sé que le quieres...

— No Ely, ya nuestra historia está manchada, no confío en él y no quiero ser la causa de la desdicha y deshonor de otra joven... no podría soportar siendo apuntada con el dedo por ser la responsable de destruir un matrimonio.

— Entonces, ahora solo debes dedicarte a continuar, sin pensar en Alberto y tu relación con él — Eleonora se levanta de la cama y camina en dirección al guardarropa de Luciana para mirar sus vestidos — Lo mejor para ti es buscar un nuevo amor, que te haga olvidar.

— ¿De qué hablas?

— Vamos a una fiesta, hagamos debut en sociedad... yo te acompañaré.

— No creo que este de humor para recibir propuestas de matrimonio, ya no confío en que un hombre pueda jurarme amor eterno.

— Te daré un consejo, a pesar de que no tengo experiencia en ello, pero... acepta a todos los que quieran cortejarte y conócelos, pronto te darás cuenta de que alguien muy especial está aguardando por ti.

— No lo sé, no estoy lista... solo quiero encerrarme en mi habitación y morir...

— Al contrario, este es el momento de hacerlo. Si quieres ver sufrir a Alberto y vengarte de él, esta es una buena forma de hacerlo, puesto que al verte feliz y saber que lo has olvidado, enloquecerá.

La propuesta de Eleonora fue aceptada por Luciana y al día siguiente fue informado a la señora Emelina, quien estaba a gusto con aquella noticia.

El día del evento, que fue escogido meticulosamente por los señores Fortunato, ya que deseaban que exclusivamente caballeros distinguidos puedan cortejar a su hija y sobrina.

***

Pasaron dos semanas, y la fiesta de cumpleaños de la princesa Carla se estaba llevando a cabo en el Palacio de sus majestades. Este fue un gran evento, únicamente reservado a los nobles y la más exclusiva clase burguesa, ideal para que los Fortunato no se encuentren con los Burgos, según las intenciones de los padres de Luciana, pero con lo que no contaban, era que los Astorga fueron invitados, quienes enviaron a su hija Ana María acompañada de su esposo en su representación, disculpando de esta forma su ausencia.

Todos los solteros que estaban en aquella celebración, notaron la presencia de las señoritas Fortunato y se acercaban para saludar a la familia y hacerse notar ante aquellas agraciadas damas, esperando tener una oportunidad para charlar con alguna de ellas.

Alberto al ver a Luciana en aquella celebración, palidece y su expresión cambia a enfado, puesto que ella estaba haciendo su debut en sociedad, lo que significaba que se mostraba como una dama en busca de un compromiso matrimonial.

Un Amor Tan EquivocadoWhere stories live. Discover now