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Dedicado a jixjeong , recupérate<3

Me acurruqué más al escuchar mi alarma. Los brazos de Jungkook también me abrazaron más fuerte. Murmuré para ver si podía apagar la alarma, pero al parecer no se movería ni queriendo. Tuve que alargar el brazo, aunque no llegué hasta que literalmente acabé sobre Jungkook tumbada. Apagué la alarma y dejé mi cabeza en su pecho, escuchaba sus latidos. Unos muy lentos, tranquilos...

—Aparta.

—Estoy muy cómoda —dije cerrando los ojos.

—Avery, quítate de encima.

Puse un pie en el suelo y me levanté de mala gana. Estiré mis brazos para literalmente estirar el cuerpo entero. Jungkook se sentó en mi cama y me agarró de la cintura, antes de poder quejarme ya me había sentando sobre sus piernas. Apoyó su cabeza en mi espalda. Me dio ternura. Sus brazos rodeando mi cintura me tensaban un poco, ni siquiera tenía unos pantalones puestos, había dormido en bragas.

—¿Estás bien?

Sonreí acariciando sus manos. ¿Era así de tierno siempre? Porque entonces no sería difícil caer en su juego.

—Gracias—dije agarrando una de sus manos y besando la misma.

Sentí una pequeña risa en mi espalda. Jungkook era tan tierno y a la vez tan...

—¿Me está tocando el pecho derecho?

—Es mío también, ¿No puedo acaso, Avery?

Cada vez que decía mi nombre me sentía como si mi padre me estuviera regañando. Lo hacía con un tono sutil a la vez que de advertencia, no sabría definirlo con exactitud.

—Llegaremos tarde—dije levantándome de encima.

—No respondiste—se levantó y me abrazó contra su pecho.

—Estoy bien—afirmé correspondiendo su abrazo—Ahora sí lo estoy. Alice tenía razón, algo que no me sorprende.

Jungkook besó mi frente.

—Me voy a mi apartamento, porque quiero darte como cajón que no cierra y eso seguramente nos retrase.

Agarró su mochila y su camiseta.

—Qué considerado—dije mirando la hora en mi móvil.

Jungkook salió de mi casa dejándome una cálida sensación en el pecho. Suspiré abriendo el armario. Me hubiera gustado que me diera como cajón que no cierra, lamentablemente.

Vamos, Avery, no tienes siete años. Noah no era para ti, antes lo fue pero bueno, esas zapatillas rosas brillantes se quedaron pequeñas en quinto de primaria y hubo que cambiarlas...no fue tan difícil, ¿Verdad?

Me miré en el espejo, estaba a punto de echarme a llorar de nuevo al recordar la mirada de asco que me dirigió Noah hacía unos días.  Joder, era lo único que tenía. Tenía una familia disfuncional, unos amigos en otro país y un drama enorme entre mis amigos nuevos.

Cogí aire cerrando los ojos y lo dejé ir lentamente. Los abrí y miré directamente algunas marcas que aún permanecían en mi piel. Iba a matar a Jungkook...

Me abroché el cinturón y comencé con la camisa negra. Tenía la mitad metida bajo el pantalón por lo que no tenía que abrochar todos los botones. Me solté el cabello y tarareé la canción de Giants, me había fascinado sin duda. 

Agarré el eyeliner y con cuidado me hice un par de puntos bajo los ojos, después, a diferencia de  la mayoría que hacía en punta al final de los ojos, yo lo hacía redondo y ligeramente hacia abajo. Salí revisando los mensajes que me habían mandado, Loren me comentaba lo maravillada que estaba con el chico mientras que en el grupo estaba el caos mismo. Ya comenté que mi grupo de Canadá era enorme, imagínate a unas diecisiete personas petando a mensajes por un grupo pidiendo explicaciones, nombres y fotos. Me puse las botas mientras mandaba un audio explicando quién narices era Jungkook y de dónde había salido. Lo mandé con una sonrisa. Después entré en el chat con mi padre y le deseé un buen día. Él no tardó en hacer lo mismo.

Giants - JungkookOnde as histórias ganham vida. Descobre agora