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Cerró la puerta y me besó contra le pared. Sonreí rodeando con mis brazos su cuello. Los labios de Jungkook devoraban los míos de forma rítmica, a la vez que sus manos en mi cintura me apegaban a él y me alejaban creando unos roces continuos adictivos. Di un salto para aferrarme a su cintura con mis piernas. Sus manos agarraron mis muslos y me volvieron a dejar contra la pared. Jadeé cuando mordió mi labio inferior sonriendo. Levanté la cabeza dejando mi cuello libre para él, no tardó en atacar esa sensible zona con sus labios. Gemí su nombre cuando apretó sus manos contra mi muslo a la vez que mordía mi cuello. Lamió hasta mi mandíbula y comenzó a dejar pequeños besos por la zona.

Me llevó a mi habitación besando todo mi rostro. En mi casa sólo se escuchaba nuestras risas. Jungkook me dejó en el suelo y con ambas manos en mis mejillas continuó besando mi nariz, mi frente...

Pasé mis manos por su pecho. Jungkook de verdad se estaba ganando un pequeño hueco en mi mente, en mi corazón. No sólo me cuidaba, me estaba haciendo experimentar tantas cosas que vi imposibles... Nunca pensé que podría ser tan excitante el sexo, lo que había experimentado era simplemente placentero, pero con él era diferente. Tampoco creí que sentiría esa adrenalina al verlo en las carreras ilegales, la seguridad que sentía tenerlo cerca, y menos creería que podría sonreír tanto sólo por ver una persona.

-¿Qué película quieres ver hoy?-preguntó.

Llevábamos así semanas. Tras aquella carrera en la que Taehyung y él tuvieron un pequeño conflicto no volvieron hablarse. Yo en cambio si había mantenido cortas conversaciones con él, todas acabando en gritos. Taehyung estaba empeñado en que lo nuestro era sólo sexo, que no había sentimientos de por medio. Eso me mantuvo pensando varios días, porque yo tenía claro que por Jungkook sentía más que atracción física; pero no sabía de él. Él me dijo que no era de usar y tirar, pero eso no significaba que no me tuviera atada a él para nada más que sexo; recordaba que destacara que podría sentir cosas por mí, ¿pero las había acabado sintiendo? Cada vez me parecía más loco, estaba viviendo algo tan bonito que no quería ni pensar en algo así, no quería destrozar nada.

-¿Quieres algo de cenar en específico?

Abrió mi nevera inspeccionando el terreno. Negué poniendo una película aleatoria.

-Harper es un grano en el culo-dijo mientras calentaba el aceite.

-¿Por qué lo dices? Sólo quiere ser tu amigo Jungkook.

Miré sonriente a un serio Jungkook.

-¿Desde cuándo soy partidario de eso?

Negué con la cabeza mientras me acercaba. Abracé su cintura por detrás y miré como hacía tiras de carne y pollo para unas fajitas.

-Pero te agrada.

-Demasiado-dijo poniendo la sartén en la vitrocerámica.

Me senté en la encimera viendo su espalda. Sabía que esos dos se llevarían bien, cuando vi que hablaron amenamente sobre videojuegos y que Harper era un sol. Jungkook y Taehyung también eran muy diferentes.

-Sobre Taehyung...

-Ya di por hecho que lo perdí, Avery. Así que mejor si no hablamos de eso.

-¿Quieres un abrazo?

Jungkook rió alejándose de la vitrocerámica. Cuando se dio la vuelta vi que no estaba riendo, estaba a punto de romper a llorar. Puse su cabeza sobre mi hombro y este comenzó a llorar mientras me abrazaba con fuerza. Lo entendía, me había pasado lo mismo con Noah, y dolía millones. Me hubiera gustado entenderlo mejor, con palabras de su parte; que hubiera tratado de explicarme como se sentía, pero Jungkook no era muy abierto en ese sentido.

Giants - JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora