Especial 1-Sol y Playa

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Los besos que bajaban por mi espalda me obligaron a cerrar los ojos para disfrutar cada roce de sus labios con mi piel. Estaba sentada en la cama de espaldas a él. Sonreí cuando sus manos tocaron mi cintura y subieron lentamente hasta estancarse en mis pechos. Su mano se acopló perfectamente a mi pecho derecho antes de que sus dedos jugaran con mis pezones a la vez que sus labios dejaban un pequeño camino por mi cuello. Eché la cabeza hacia atrás apoyándome en su hombro. Escuché una pequeña risa de su boca cuando suspiré al sentir como buscaba marcar mi cuello. Escuchaba fuera de la habitación a Alice y Nury quejarse de Harper al romper parte de la vajilla de la casa que habíamos alquilado. Jungkook me advirtió de que no debía hacer ruidos muy obvios, supuestamente estábamos durmiendo tras la comida. De alguna forma veía injusta la situación, yo estaba completamente desnuda mientras él sólo se había despojado de su camiseta dejándome ver su leve bronceado. De pronto me empujó hacia la cama, apoyé ambos antebrazos levantando ligeramente mi trasero, Jungkook agarró mi cadera y me echó hacia atrás acercándose mi intimidad al rostro. Fueron unos segundos de tortura antes de sentir su lengua hacer una pasada para tantear el terreno. Mordí mi labio inferior, a ese paso iba a gemir en un tono no moderado. Jungkook rió, siempre lo hacía al ver que me costaba aguantar las ganas de soltar mis gemidos. Metió dos de sus dedos dentro de mí obligándome a morder la sábana al ver que estaba perdiendo contra mi necesidad de gemir.

-Ese bikini te sentaba muy bien, Avery...pero estás mejor sin él.

Iba a responder cuando aceleró la entrada de sus dedos en mí. Me encorvé más si eso era posible dándole más acceso. Sentía mis paredes vacilar, y Jungkook al ver eso me obligó a aguantar diez segundos sin correrme los cuales se me hicieron eternos. Las lamidas de él tras haber alcanzado el orgasmo me dejaron completamente en el cielo. Jungkook se levantó sin hacer ruido. Me tumbé boca abajo en la cama observando como echaba su cabellera hacia atrás con ambas manos, lo tenía negro azabache y bastante largo. Me miró detenidamente mientras se relamía los labios. Mi vista fue directa a su lengua, bajó por ese cuello tan tentador pasando por su torso para finalizar en su erección que trataba de salir de esos pantalones cortos blancos. Se percató de mi mirada, se miró a sí mismo antes de soltar una pequeña risa. Se bajó los pantalones y los boxers. Se masturbó lentamente mirándome, como si no pudiera hacerlo yo. Me hizo una seña dominante, quería que me levantara. Me acerqué lentamente a él, pasé mis manos por su pecho antes de besar una de sus clavículas. Me levantó del suelo permitiéndome besar su cuello con necesidad. Susurraba mi nombre, me encantaba como sonaba saliendo de él. Mi espalda chocó con la pared, estaba fría...aunque no por mucho tiempo. Me agarró por los muslos separándome ligeramente de él. Miré como su miembro hacía falsas embestidas contra mí, me estaba provocando demasiado... podía correrme sólo por esa mirada y ese contacto. Acercó sus labios sellando los míos justo antes de que entrara dentro de mí. Ahogué el gemido en su boca. Sus manos apretaron con ansia mis muslos. Sus embestidas eran suaves al comienzo, estaba demasiado concentrado en besarme que se le olvidaba moverse. Cuando nuestras lenguas se separaron me sonrió travieso, segundos después comenzó a literalmente empotrarme contra la pared. Me apoyé por completo, Jungkook besaba mi pecho suspirando y gruñendo de vez en cuando. Yo me mordía los labios enredando una de las manos en su cabellera y la otra apoyada en su hombro para hacer fuerza y mantenerme contra la pared. Cerré los ojos cuando comencé a sentir un placer inmenso, estaba por correrme por segunda vez.

Me subí sobre él, me rodeó con sus brazos antes de que introdujera su miembro. La segunda ronda estuvo interesante, pero ahora me tocaba montar.

-Si no estuvieran fuera, te llevaría al mismísimo paraíso-susurró con una voz aireada, estaba agitado.

Acaricié su rostro llamando su atención.

-¿Quién dijo que no lo estoy ya?

-Móntame, si necesitas gemir...gime. Ya no me importa que nos escuchen, quiero escuchar tu desesperación.

Giants - JungkookWhere stories live. Discover now