𝑺𝒆𝒊𝒔

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Toda la hora del almuerzo la he pasado fumando mientras escuchaba música y puedo decir que ahora estoy mucho más calmada; tanto que de la relajación que tenía se me había olvidado que debía ir a clase. Normalmente no suelo llegar muy tarde, suelo retrasarme cuando tengo que ir al baño o algo así, pero antes de entrar paso por el servicio para lavarme la cara y así espabilarme un poco.

Por suerte la profesora no tuvo impedimento en que entrara, pero nada más sentarme mi cabeza comenzó a divagar cuando escuché de que iba la clase, realmente no me apetecía escuchar lecciones de biología así que abro mi cuaderno de dibujos para hacer algunos garabatos en el.

—Señorita Harrington, la clase ha terminado. Veo que no ha estado muy atenta—escucho la voz de la profesora a un costado.

—Lo siento—murmuro algo avergonzada guardando mis cosas y tomo mi mochila para salir.

Es la última clase del día gracias al cielo, últimamente ando muy desconcentrada y temo que eso me juegue una mala pasada, este es el último año de instituto y precisamente debo de tener mejores calificaciones para entrar a la universidad. La situación que estoy viviendo en estos últimos meses me está pasando más factura de la cuenta y yo cada vez tengo menos ganas de seguir adelante, siento que me estoy hundiendo en un agujero del que cada vez me cuesta más salir.

Comienzo a caminar hacia el teatro y desde fuera ya puedo escuchar algunas voces; abro la puerta lentamente asomando mi cabeza.

—No me habíais dicho que tenemos invitada—dice Eddie con una sonrisa ladeada nada más verme.

—Bueno si molesto...puedo irme—hablo algo nerviosa bajando la mirada, no me extrañaría, siento que le sobro a todo el mundo últimamente.

—No he dicho que molestes, es un placer tenerte aquí, de hecho Jeff hoy no ha podido venir, puedes unirte si quieres, así demuestras todo lo que sabes, señorita—contesta esta vez con una sonrisa más cálida haciéndome sentir mucho más tranquila.

Pasar tiempo fuera de mi ambiente me ayudaba a sentirme realizada porque la mayor parte del tiempo me lo pasaba en casa viendo televisión, dibujando, leyendo o durmiendo si me aburría mucho; no hacía planes con Billy ya que el todos los fines de semana siempre va de fiesta en fiesta, yo iría con el pero me he cansado de que me humille yéndose con otra en mi cara.

Decido dejar esos pensamientos de lado y centrarme en el juego, hace mucho que no me uno a una partida pero espero no haber perdido la práctica.

Todos estamos muy concentrados escuchando la narración de Eddie, llevamos un par de horas jugando y casi hemos derrotado a Vecna, o bueno, eso parece.

—¿¡Que?! Oh vamos no me jodas. ¿Como es posible?—exclama Mike fastidiado echándose hacia detrás en su silla.

Ilusos de nosotros que pensamos que lo habíamos derrotado pero solo lo dejamos medio lesionado, solo quedamos Dustin y yo con vida, así que decidimos pedir tiempo muerto para reunirnos y decidir que vamos a hacer.

—Creo que lo mejor es salir huyendo, solo quedan dos con vida y es imposible que ganemos esta partida—dice Lucas mirándonos a todos que asienten de acuerdo con el.

—¿No habíamos dicho hasta la muerte? Que gallinas sois—digo alzando una ceja mirándoles

—Bueno si, pero no es tan literal...—responde Mike haciendo una mueca.

—Se os acaba el tiempo ovejitas...—interviene Eddie sonriente desde su sitio convencido de que va a ganar.

—Estoy de acuerdo con Alice, hay que hacerlo—sentencia Dustin girándose hacia Eddie—Dame el D20—extiende su mano.

𝑯𝒆𝒍𝒍 | 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏Where stories live. Discover now