𝑯𝒆𝒍𝒍 | 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏

𝑫𝒊𝒆𝒄𝒊𝒏𝒖𝒆𝒗𝒆

La partida ha sido bastante tensa y entretenida, esta vez no hemos tenido tanta suerte y Eddie ha terminado ganando pero por muy poco.

—Creo que deberíamos incluir a Alice al club, ella es la que nos trae suerte—dice Dustin haciendo un pequeño puchero.

—Estoy de acuerdo con eso, algún día superará a Eddie—añade Mike haciéndome reír.

—Bien, bien, creo que estáis empezando a delirar, la victoria no os ha sentado muy bien—responde Eddie riéndose mientras se levanta de su sitio—Muy buena campaña chicos, nos vemos mañana en clases—se despide mientras que los demás salen por la puerta.

Me despido de los chicos agitando mi mano con una sonrisa y Lucas cierra la puerta detrás de él dejándonos a Eddie y a mi solos; realmente me pone un poco inquieta estar a solas con el en una habitación aunque es un poco estúpido porque nos habíamos quedado solos múltiples veces e incluso le pedí que durmiera conmigo la pasada noche.

Ayudo a Eddie a recoger los libros y las pequeñas figuras mientras que ambos estamos en silencio, no es incómodo, todo lo contrario; no me disgusta estar así, simplemente estamos disfrutando de la compañía del otro.

—Los chicos quizás tienen razón y deberías unirte al club, tal vez hasta llegues a ser la máster—bromea Eddie haciéndome reír.

—Creo que no podría superarte, eres muy bueno narrando tengo que reconocer que no lo haría ni la mitad de bien que tu—sonrio cruzando mis brazos.

—¿Estas bien?—pregunta extrañado poniendo una mano sobre mi frente—Pues no, no tienes fiebre, es raro que me hagas un cumplido—comenta con un tono divertido.

Ruedo los ojos riéndome y me giro para terminar de guardar las figuras en una caja, siento la mirada de Eddie sobre mí y vuelvo a girarme encontrándolo a penas a centímetros de mi. Trago saliva algo nerviosa apoyando mis manos sobre la mesa apretando ligeramente la madera.

—¿Que pasa?—pregunto con una risa nerviosa—Eddie me estás asus...—no puedo terminar la frase ya que sus labios se estampan contra los míos.

Me quedo completamente quieta en mi lugar sin corresponderle el beso, Eddie se separa de mi rápidamente al darse cuenta de mi reacción pero yo solo puedo mirarlo pestañeando levemente; me ha pillado totalmente desprevenida.

—Mierda, lo siento Alice, no he pensado lo que hacía, no quería que te sintieses incómoda de verdad que lo sie...—esta vez la que le interrumpe soy yo estampando mis labios contra los suyos.

Al principio Eddie duda un poco pero finalmente me corresponde el beso rodeando mi cintura con sus brazos mientras que los míos rodean su cuello poniendo una mano en su nuca para profundizar más el beso.

Sus labios son bastante cálidos y suaves, nuestros labios parecen estar hechos como dos piezas de puzzle de lo bien que se acoplan entre ellos; sus manos aprietan con suavidad mi cintura sintiendo sus anillos sobre ella. Enredo suavemente mis dedos en su pelo sonriendo a mitad del beso y se separa de mi mordiendo suavemente mi labio inferior.

—Eso ha sido jodidamente increíble—susurra sonriendo algo agitado por el beso juntando nuestras frentes.

—La próxima vez que vayas a besarme avísame, me has pillado distraída y no sabía cómo reaccionar—rio levemente acariciando su nuca suavemente.

—Me gustas mucho Alice—suelta de repente haciendo que abra mis ojos como platos.

—¿Que yo que?—rio nerviosa sin darme cuenta y carraspeo mi garganta levemente—Eddie yo...sabes que no estoy preparada para tener algo con nadie, tú también me gustas...no se cuánto pero me encanta estar contigo.