𝑪𝒖𝒂𝒓𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒄𝒖𝒂𝒕𝒓𝒐

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La puerta de mi habitación se abre pero no le hago mucho caso ya que las lágrimas me lo impiden, siento como mi pecho comienza a estrujarse y doler un poco al recordar cada una de las palabras que Eddie me había dicho hace a penas unos minutos.

Siento como unos brazos me rodean acunandome en ellos, es Steve, su olor es inconfundible.

Mi llanto se intensifica cuando él me abraza, las manos de mi hermano acarician mi espalda tratando de tranquilizarme pero no hay nada ni nadie que me pueda calmar en este instante; acabo de perder a la persona que más quiero en cuestión de segundos.

—¿Que ha pasado? Acabo de encontrarme a Eddie, ¿Has hablado con él, verdad?—pregunta y simplemente asiento lentamente sin poder cesar mi llanto—Ay hermanita, tengo que decirte que la has cagado mucho...sabes que te soy totalmente sincero cuando te equivocas y en este momento lo has hecho, entiendo la posición de Eddie; si estuviera en su situación me sentaría igual o peor, después de todo lo que ha hecho por ti es como si no confiases en el—dice con voz tranquilizadora haciendo que me separe de él para mirarle.

—Lo se Steve, es lo que más me duele, él cree que es su culpa pero aunque debería de haberle dado la noticia nada más saberlo juro que me cagué de miedo, tenía miedo de que no lo tomase a bien...pero me ha dicho cosas muy hirientes—murmuro sorbiendo mi nariz soltando un suspiro—¿Quién me entiende a mi?

—Yo te entiendo, Alice, Eddie también te entiende pero en el momento de enfado se dicen muchas cosas que no se piensan...aún así creo que su reacción no ha sido la mejor y en el estado en el que lo he visto puedo imaginar que te ha podido decir—suspira negando con la cabeza.

—Tiene que entenderme...Steve, debe de entender que tenía miedo a decírselo después de todo—es lo único que digo antes de volver a llorar de nuevo.

Mi hermano vuelve a rodearme entre sus brazos dando pequeñas caricias en mi pelo para tranquilizarme.

—Tranquila...verás que todo se arregla y solo se queda en un mal momento, Eddie va a recapacitar, sabes cómo es—susurra en mi oído dejando un pequeño beso en mi mejilla.

(...)

A penas he dormido en toda la noche a pesar de que Steve estuvo pendiente de si me despertaba o no; es imposible dejar de pensar en lo que ocurrió ayer y especialmente en que tengo que ver a Eddie en el instituto, sinceramente solo quiero quedarme encerrada en casa y que esto pase pronto.

Max y yo decidimos ir caminando a la escuela para despejarnos, por suerte ella no me pregunta nada a cerca de la situación con Eddie y lo agradezco bastante ya que no me apetece hablar del tema.

Nada más llegar a la escuela mis ojos viajan hacia el parking del instituto buscando inconscientemente la camioneta de Eddie, mis manos comienzan a sudar cuando le veo bajar de la misma y mis ganas de ir hacia el para que me escuche se apoderan de mi por un momento pero a fin de cuentas no va a hacerlo así que descarto esa idea rápidamente.

—Podras hablar con el, tranquila, por su cara puedo ver que tampoco ha dormido al igual que tu—me dice Max para tranquilizarme poniendo una mano en mi espalda guiándome hacia el interior

Yo simplemente suspiro asintiendo con la cabeza siguiendo a la pelirroja hacia dentro, aún quedan unos minutos para que comiencen las clases así que aprovecho para acompañarla a su aula y dirigirme hacia mi clase.

En cuanto el timbre suena todos los alumnos caminan a paso rápido por el pasillo pero honestamente no tengo ánimos de entrar a clase, especialmente a la de música porque no estoy preparada para ver a Eddie; decido salir del instituto y caminar hacia las gradas del campo de fútbol, necesito estar sola.

Saco el walkman de la mochila y me pongo un poco de música para calmar mis ideas, por suerte tendré un par de horas de tranquilidad hasta que vuelva a la siguiente clase.

Mis ojos comienzan a pesar así que decido cerrarlos mientras disfruto de la música, necesito descansar durante un día entero pero cada vez que intento dormir las escenas de ayer se repiten en mi cabeza y la ansiedad se apodera de mí.

Siento una mano sobre mi hombro que me hace sobresaltarme abriendo los ojos rápidamente mientras me saco los auriculares, no debería de haber nadie aquí ya que están todos en clase, en realidad los profesores nunca pasan por las inmediaciones del instituto.

—¿Eddie?—trago saliva algo nerviosa al verle—¿Por qué no estás en clase?

—Deberia preguntarte lo mismo—responde de manera seca sentándose a mi lado—Solo quería pedirte disculpas por como te trate ayer, te dije cosas de las que me arrepiento y que no pienso, jamás dudaría de ti, pero me has mentido Alice, es como si no confiases en mi después de cómo me he portado contigo.

—Se que me he equivocado...siento no habértelo dicho antes pero no sabía cómo podías reaccionar, no es que no confiase en ti...es que no se hacer las cosas bien—encogo los hombros soltando un suspiro—Solo quiero que pienses las cosas...justo ahora es cuando más te necesito, Eddie

—No hay nada que pensar Alice, te dije que no iba a dejarte sola pero sigo manteniendo mi decisión de haber terminado, no puedo estar con alguien que me ha mentido con una cosa asi—dice levantándose del asiento e imito su acción.

Él comienza a caminar y aunque me cuesta reaccionar voy detrás de él a paso rápido, tengo que arreglar esto como sea.

—¡Eddie!—llamo su atención varias veces pero me ignora, sigue caminando hasta el parking.

A estas alturas las dos primeras horas del día habrán pasado ya que algunos alumnos están en el exterior del instituto, mi intención es que Eddie me haga caso pero no hay manera así que agarro su brazo por detrás haciendo que se gire para mirarme.

Mis ojos se clavan en él pudiendome percatar de las ojeras que adornan su rostro, su cara está algo pálida y sus ojos lucen bastante cansados, me siento una mierda de pensar que está así por mi culpa, podría haber hecho las cosas de manera distinta.

—Alice, déjame en paz, no voy a cambiar de opinión ¿De acuerdo? Tienes que respetar eso—responde algo cansado presionando el puente de su nariz—No quiero estar contigo, te quiero más que a mí mismo pero es que es imposible, no puedo confiar en ti como lo hacía antes, entiéndelo.

—¿Y tú me entiendes a mi? ¿Entiendes que tenía miedo de contártelo? Después de todo lo que he pasado sigo teniendo muchos miedos que no se van de la noche a la mañana, lo que pasa es que siempre tienes que llevar la razon—respondo a la defensiva haciendo que Eddie frunza el ceño.

—Claro que te entiendo pero al parecer la que no lo hace eres tú, tienes que respetar mi decisión, yo he intentado que superes esos traumas y aunque es complicado me he comportado de la manera más comprensible contigo—contesta asombrado por mi actitud y sin decir ni una palabra más comienza a caminar hacia su camioneta.

Mis piernas se quedan bloqueadas y me quedo como una estúpida mirando como arranca la camioneta poniendo el motor en marcha haciendo que las ruedas resuenen contra el asfalto; quizás Eddie tenga razón y tenga que conformarme con su decisión pero es que no quiero.

Decido volver a caminar para poner rumbo hacia la siguiente clase pero un frenazo acompañado de un golpe detiene mis pasos, los alumnos que aún siguen fuera gritan alarmados corriendo hasta la carretera haciendo que me gire pero ojalá no haberlo hecho.

La camioneta de Eddie acaba de chocar de frente con otro coche.

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Holaaaaaaa.

Después de este fin de semana sin capítulos hemos vuelto, no sé si esta semana habrá todos los días. 👀

Como siempre si os ha gustado hacérmelo saber. ✨

¡POR CIERTO, HEMOS SUPERADO LAS 20K NO ME LO CREOOOOOOOOOO! 😭

GRACIAS POR LEER. 💘

𝑯𝒆𝒍𝒍 | 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏Where stories live. Discover now