𝑽𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒐𝒄𝒉𝒐

3.2K 215 121
                                    

Han pasado un par de semanas desde el baile de primavera y la peor parte fue despedir a Will, Jane y Jonathan, no sé cuándo nos volveríamos a ver ya que entre el instituto y que viajar a California es bastante caro seguro que pasaría un tiempo muy largo hasta que volviéramos a vernos.

Nancy y Jonathan habían quedado en que iban a volver a intentarlo a pesar de lo que pasó, lo que ha hecho que Steve pierda la poca esperanza que le quedaba en tener algo con Nance; estos días ha estado algo bajo de ánimo pero Robin se ha encargado de animarle, una pena que sea lesbiana porque hacen muy buena pareja, no me cansaré de decirlo nunca.

Por otra parte Eddie y yo estábamos muy pero que muy bien, ya no nos importaba en lo absoluto andar por ahí dándonos besos en mitad de los pasillos, si antes nos daba igual ahora que somos pareja oficialmente menos aún; es todo un amor conmigo y eso hace que Steve cada día este más encantado con él, al menos ya le deja dormir conmigo en casa.

Los exámenes están a la vuelta de la esquina y realmente quiero que Eddie se gradue este año para poder hacerlo juntos, por eso le obligué a quedar todos los días después de clase para repasar lo que hemos dado en ese día; tengo que conseguir que salve el curso en cuestión de tres meses y creo que podré hacerlo posible.

—No Eddie, te dije que no puedes despejar la incógnita sin poder hacer el paso previo. ¿Me escuchas cuando te hablo?—ruedo los ojos riéndome, llevamos aproximadamente dos horas haciendo problemas de matemáticas.

—Claro que te escucho pero es que me desconcentras, estás muy guapa cuando me explicas cosas—sonrie apoyando sus codos sobre la mesa mientras me mira.

—Ya cariño, concentrate, si haces ese problema bien lo dejamos por hoy, no estamos avanzando mucho si sigues asi—niego con mi cabeza riéndome y dejo un sonoro beso en su mejilla.

A regañadientes Eddie pone toda su atención en el problema de matemáticas, yo simplemente me dedico a mirarle atentamente para corregirle los fallos pero de momento lo está haciendo bien.

—¿Y bien?—pregunta inquieto mordiendo sus uñas mientras yo reviso atententamente el ejercicio—¿Lo he hecho bien? Dime qué si

—No Eddie, te dije que debes calcular primero el area—frunzo el ceño recibiendo una queja de su parte—Es broma, está perfecto cariño—rio levemente revolviendo su melena.

—¡Bien!—exclama emocionado tomando mi cara para besarme—Por fin, estaba cansado de esa mierda, ahora quiero mi premio—pone un pequeño puchero bajando su mano hasta mi culo haciéndome sonreir.

A veces pienso que no es normal querer tener sexo todo el rato con él pero la mayoría del tiempo Eddie anda como una plancha de caliente y yo no puedo resistirme; el metalero toma mi culo con ambas manos uniendo su boca con la mía en un beso lento y me levanta del suelo para sentarme sobre la mesa.

Agarro su pelo suavemente tirando un poco de el haciendo que se separe de mi boca y le miro con una sonrisa para después volver a unir nuestros labios; envuelvo mis piernas en sus caderas para que haya la mínima distancia entre nosotros mientras sus piernas recorren mis muslos de arriba a abajo suavemente.

Mis manos se cuelan por su camiseta dejándolas sobre su espalda atrayéndole más a mi si eso es posible, sus dedos se entierran en mis muslos haciéndome gemir sobre sus labios y una de sus manos se cuela por mi camiseta para agarrar uno de mis pechos con fuerza; realmente me resulta excitante follar sobre la mesa en mi propia casa.

El sonido de la puerta invade el salón pero ambos estamos tan inmersos en lo nuestro que ni si quiera nos damos cuenta.

—¡Pero que cojones, Alice, Munson!—exclama Steve haciendo que ambos nos separemos rapidamente—¡Por dios, sé qué haces cosas con mi hermana pero no aquí!—bufa poniendo sus manos en sus caderas haciéndome reír.

𝑯𝒆𝒍𝒍 | 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏Where stories live. Discover now