𝑽𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒔𝒆𝒊𝒔

3.7K 256 131
                                    

⚠️Este capítulo contiene lenguaje explicito y escenas sexuales

⚠️Leer con responsabilidad

⚠️Estos capítulos no afectan a la trama, si no te gustan o te incomodan puedes pasarlo.

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Después del baile los chicos se fueron a casa pero Eddie tenía otros planes para nosotros, no me costó mucho convencer a Steve para que me dejase ir con él; Munson solo recibió unas cuantas amenazas por parte de mi hermano y después pudimos irnos tranquilos.

El plan era ir hacia su tráiler ya que su tío trabaja hasta mañana por la mañana por lo que podremos estar solos sin ningún problema; antes de dirigirnos hacia allí paramos en un sitio de comida rápida para comer algo y de ahí fuimos hacia su tráiler.

Nada más entrar por la puerta agarro la chaqueta de Eddie tirando de él hacía mí para estampar mis labios con los suyos en un beso algo subido de tono, reconozco que nunca he sido así porque Billy siempre era el que quería tener sexo aunque no tuviese ganas pero con Eddie disfruto de una manera que es adictivo hacerlo con él.

—Joder nena, vienes fuerte—dice riéndose sobre mis labios separándose un poco de mi para mirarme—¿Estas segura de que quieres? Has bebido y no me gustaría aprovecharme.

—Agh, callate y follame Munson, estoy completamente lúcida como para saber que quiero—tiro nuevamente de su chaqueta para volver a besarle.

Eddie suelta una pequeña risa sobre mis labios y me toma en brazos poniendo sus manos en mi culo mientras se dirige hacia su habitación; nuestras lenguas pelean en la boca del otro y poco a poco siento como mi ropa interior comienza a humedecerse.

Me deja sobre la cama poniéndose sobre mi, sus manos se cuelan por mi vestido y aprieta suavemente mis muslos haciéndome jadear sobre su boca, Eddie muerde su labio poniendo su vista en mí y con algo de torpeza de deshace de mi vestido.

Mientras él se desprende de su ropa para quedarse en ropa interior mis ojos viajan hasta las esposas que descansan en el cabecero de su cama, sonrio pícaramente estirandome hacia ellas para tomarlas.

—¿Que haces?—pregunta confuso poniéndose de rodillas sobre la cama—¿Las quieres probar?—su tono esta vez es más pícaro.

—Ajá, pero primero las vas a probar tu, ven aquí—ante su atenta mirada de diversión mezclada con confusión, hago que se tumbe en la cama.

Me subo sobre el quedando mi parte íntima sobre su miembro ya algo abultado y agarro sus manos poniendole las esposas, las pongo de tal manera que no pueda mover sus brazos y sonrio divertida cuando oigo el click que me indica que están perfectamente cerradas.

Eddie me mira totalmente embobado y eso me hace sentirme una diosa en este momento, para nada soy una santa ni nada de eso, Billy me enseñó muchas cosas aunque parezca mentira pero yo siempre era el conejillo de indias, sé que Eddie se preocupa más de hacerme disfrutar a mí así que esta vez toca que sea al contrario.

Comienzo a mover mis caderas suavemente sobre su miembro jadeando levemente sintiendo como va endureciéndose a medida que me muevo sobre él, Eddie cierra sus ojos y paso mis uñas suavemente por su abdomen para acercarme a él y repartir pequeños besos húmedos sobre su cuello.

—Mierda cariño vas a matarme así—jadea con voz ronca moviendo sus manos algo inquieto—Vamos nena, sabes lo que quiero...—suspira agitadamente apretando sus labios.

Sonrio sobre su cuello incorporandome un poco para mirarle, esta vez tengo la oportunidad de hacerlo sufrir y no la voy a desperdiciar.

—No, no lo sé, tal vez si me lo pides pueda dartelo—canturreo soltando una pequeña risa bajando una de mis manos hacia su miembro comenzando a acariciarlo suavemente.

𝑯𝒆𝒍𝒍 | 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏Onde histórias criam vida. Descubra agora