𝑻𝒓𝒆𝒊𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒕𝒓𝒆𝒔

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Nada más llegar a casa voy a sentarme al sofá soltando un suspiro, me sentía un cerdo yendo al matadero pero tal vez si le cuento a Steve que está pasando pueda ayudarme; eso no quiere decir que volveré con Eddie fácilmente, él me hizo mucho daño diciéndome que jamás me había querido, me sentí la peor persona del mundo, como si me mereciese que todos los chicos que conozco me tienen que tratar mal.

Max sigue sin entender nada pero Nancy se acerca a mi aprovechando que Eddie y Steve van hacia la cocina para tener más privacidad y hablar a solas.

—Hey...Alice, tienes que decirme que está pasando—susurra Nancy en un tono dulce agachándose a mi altura—Solo queremos ayudarte ¿Vale? Pase lo que pase vamos a estar aquí—me sonríe cálidamente poniendo una mano en mi rodilla.

A estas alturas me está empezando a dar el bajón típico de cuando consumes, me siento realmente triste por haber tratado a Nancy tan mal hace un rato cuando ella trataba de ayudarme, también me siento mal por haberla tratado como una zorra cuando se acostó con mi hermano; tal vez si hubiera cerrado la boca ese día las cosas habrían sido de otro modo.

Se que ella solo quiere que yo esté bien, me sorprende que a pesar de haberla tratado pésimamente siga queriendo estar a mi lado, tiene un corazón muy grande y no puedo odiarla, es imposible.

—Perdoname Nance, perdoname por haberte tratado como una mierda estos días, no quería insinuar que eres una zorra o algo de eso...a fin de cuentas lo que hagáis Steve y tú con vuestra vida es cosa vuestra—comienzo a llorar y ella sonríe soltando un suspiro.

—Ya cielo, ya pasó, ven aquí—se acerca a mí para abrazarme de manera que mi llanto se intensifica más y ella acaricia mi pelo con dulzura—Sabes que eres como una hermana para mí, siento haber dañado a Steve tantas veces pero es...es complicado...siento si también te hize daño a ti sin quererlo—susurra separándose de mi tomando mi cara entre sus manos para secarme las lágrimas con sus pulgares.

—No te mereces el trato que te di, de verdad que me siento muy mal...no puedo meterme en vuestra vida ni controlarla—sorbo mi nariz soltando un suspiro—¿Todo arreglado?—levanto mi dedo meñique para extenderlo, es nuestra manera de solucionar las cosas.

—Todo arreglado—sonrie enlazando su meñique con el mío para después dejar un beso en mi frente.

Arreglar las cosas con Nancy es quitarme un peso de encima, a fin de cuentas yo no puedo pretender controlar la vida de Steve cuando quiero que él no controle la mía, ellos son mayorcitos para saber lo que hacen y lo que no.

La castaña va hacia la cocina para prepararme una tila y poder relajarme, mientras tanto Max está conmigo acariciando mi espalda, mi vista va hacia la cocina en donde Steve y Eddie continúan hablando pero no logro escuchar que están diciendo exactamente.

Mi vista está clavada en el metalero que explica algo desesperadamente con sus manos y mi hermano trata de calmarlo, mis ganas de levantarme del sofá e ir a abrazarle son inmensas pero decido quedarme en mi lugar, cuando intento tener sentimientos positivos hacia el Billy se cruza por mi mente desechando todas las ideas.

Nancy me pasa la tila y tras darle unos tragos puedo sentir la relajación en mi cuerpo.

—Ahora...¿Podéis explicarme qué está pasando, por favor? Si tiene que ver con Billy me conviene saberlo—pregunta Max algo desesperada.

—Me encontré a Alice en el baño, note que había vuelto a consumir así que avise a Steve para que viniese...después la vi con Eddie en la parte trasera del instituto y ella no estaba bien, después fueron al baño y aparecimos nosotros, eso es todo lo que se—responde Nancy sentándose a mi lado mirando a la pelirroja.

—Joder Alice...¿Todo eso es por qué has vuelto con Billy, verdad?—cuestiona Max a lo que yo asiento levemente—Y ahora vamos a lo más importante, ¿Por qué has vuelto con el de un día para otro?—frunce el ceño y me remuevo inquieta en mi asiento.

—Tranquila, tómate tu tiempo, no queremos presionarte—dice Nancy acariciando mi espalda para calmarme.

Mi cuerpo tiembla en el asiento haciendo que me remueva un poco inquieta, me siento segura con ellas y sé que decirlo es lo mejor; antes de hablar cierro mis ojos por un segundo tomando una bocanada de aire.

—Ayer Eddie tenía que venir aquí, no apareció y me preocupé así que fui hasta su tráiler, le encontr drogado...muy drogado y se comportó muy agresivo conmigo. Me dijo que el nunca me había querido, que no lo merecía y que tenía que estar con alguien mejor—murmuro mientras se me entrecorta la voz al recordar todo eso

—Alice si no quieres no tienes por qué contarlo...—habla Nancy pero niego con mi cabeza a modo de interrupción.

—Fui a una colina para estar a solas pero apareció Billy...al parecer sabía que Eddie y yo estábamos saliendo—paro de hablar al sentir un nudo en mi garganta pero consigo calmarme para continuar hablando—Me...me amenazó con hacerle daño a Max, Steve y a toda la gente de mi alrededor si yo no volvía con él, no puedo permitir que le haga daño a nadie de mi entorno así que terminé accediendo.

—¿Que ese cabron ha hecho que?—interrumpe la voz de Eddie haciendo que me tense en mi sitio—¿En serio ha sido tan rastrero de amenazarte con eso?—vuelve a preguntar mientras se acerca a mí y yo soy incapaz de responder.

Mis ojos dejan escapar las lágrimas que estaba conteniendo desde que empecé a hablar, todo esto es mucho más complicado de lo que yo pensaba y ahora que lo saben temo que Billy pueda llevar a cabo sus promesas, sé que es capaz y le da igual hacerle daño a los demás para obtener lo que quiere.

Inmediatamente los brazos de Steve me rodean haciéndome sentir segura, le estoy haciendo pasar muy malos momentos y eso me trae mucho cargo de conciencia.

En este momento las palabras se quedan atascadas en mi garganta, solo puedo llorar sin parar mientras me aferro al abrazo de Steve, si le pasa algo a él juro que me muero; él deja suaves caricias en mi espalda acariciando mi pelo bajo la atenta mirada de los demás mientras me susurra que todo va a estar bien y que ninguno se va a separar de mi.

—Debes de hablar con Eddie, tiene que decirte algo muy importante Alice, créeme—se separa de mi con una leve sonrisa y mi vista va hacia Eddie que nos mira atentamente.

Con la ayuda de Steve me levanto del sofá y Eddie con delicadeza toma mi mano haciendo que una corriente eléctrica recorra mi cuerpo al tocarle, al parecer él ha sentido lo mismo ya que aleja su mano unos centímetros para volver a tomarla nuevamente.

Nos dirigimos hacia la cocina algo alejados de los demás y por fin me atrevo a clavar mis ojos en los suyos tratando de no ponerme nerviosa en el intento.

—Billy me amenazó con hablar con la policía y decir que vendo droga, también...me dijo que acabaría como mi padre, realmente no sé cómo sabe eso, supongo que el pueblo es pequeño y todos piensan que acabare como el en un futuro pero no es así—comienza a hablar mientras acaricia mi mano con suavidad—Me sentí una mierda cuando me dijo todo eso...me sentí muy poco para ti y me drogue, me drogue mucho y te dije todas esas gilipolleces...perdoname Alice, de verdad...sabes que te quiero más que a nada en el mundo—a estas alturas sus ojos están algo vidriosos.

Ahora entiendo la actitud de Eddie la pasada noche, todo tiene sentido, él nos tenía amenazados a ambos y me parece lo más rastrero del mundo; soy incapaz de hablar así que simplemente me acerco a él apoyando mi mejilla contra su pecho, no quería separarme de él.

El fuerte ruido de un motor se hace presente en la calle haciendo que mi vista vaya hacia la ventana en donde ya están Nancy, Steve y Max.

—Mierda, es Billy—habla Max preocupada dirigiendo su mirada hacia nosotros.

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Helloooo.

Me emociona mucho leer los comentarios de verdad...estamos creciendo muy rápido y todo gracias a vosotras por apoyar este trabajo.

Me encantaría poder conoceros mas. ¿Que os parece si hacemos un grupo de WhatsApp? ✨

Os quiero mucho, mil gracias de nuevo. 💘

𝑯𝒆𝒍𝒍 | 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏Where stories live. Discover now