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Jungkook se sentía agobiado.

Habían demasiadas personas tocando su rostro y cuerpo a la vez. Se miró en el espejo analizando el maquillaje que le habían hecho unos minutos antes. Sus labios tenían un leve tono rojizo, sus párpados estaban pintados con sombra color salmón y difuminada con negro.

Se veía...bonito. Pero no le gustaba que lo tocaran tanto.

-Príncipe Jeon ¿qué vestuario le gustaría usar esta noche?- preguntó Deiji, una de las omegas que trabajaban para su familia, mientras le mostraba dos trajes que se reflejaban en el espejo.

-El que sea, puedes elegir tu.

-Pero...su madre...

-Ella no está aquí- Jungkook la interrumpió-. Elige tu, cualquiera está bien para mí.

-Está bien príncipe- la omega reverencio ante él para luego desaparecer nuevamente.

Se miró en el espejo por enésima vez y suspiró sonoramente llamando la atención de las personas que estaban a su alrededor.

-¿Cuándo va a terminar esto? Hace más de una hora que estoy aquí.

-Su madre quiere que lo dejemos perfecto para el día de hoy, príncipe- dijo Nayeon, una beta de rango dos.

-Para que reciba muchos cortejos- le siguió el omega que le acomodaba el cabello.

No era partidario de este tipo de cosas si era sincero. Le daba igual las fiestas o ser cortejado, pero en cambio su madre siempre se andaba esforzando demás para que consiguiera un alfa digno de él.

Estaban a 15 de agosto, y se celebraba el Jejeon Lunar. Donde se reunían los tres clanes más influyentes con otros no tan conocidos y así poder formar alianzas o arreglos matrimoniales. También se encargaban de dar a conocer las nuevas parejas para darles su bendición.

La puerta de su habitación se abrió y la luna Jeon, su madre, apareció con una sonrisa vistiendo un hermoso vestido negro. En su mano tenía un frasquito de perfume y Jungkook cerró los ojos contando hasta tres para tratar de calmarse.

-¡Te ves precioso mi amor!- chilló la omega con emoción-. No tengo dudas de que hoy conseguirás un alfa.

-Mamá...

-Además, traje esto- alzó la botellita de vidrio y sonrió aún más.

Jungkook miró casi con desprecio el perfume hecho a base de las flores copulinas. Una esencia que usaban los omegas que querían ser cortejados o conseguir un alfa.

La luna Jeon se acercó más a su hijo provocando que los demás retrocedieran dejándole el paso libre. Acercó el frasco a su hijo y le roció el cuello para luego pararse detrás de él y echarle un poco en la nuca.

El olor de inmediato llenó cada rincón de la habitación dejando que la esencia dulce y deliciosa flotara en el aire. Los omegas y betas presentes se mantuvieron impasibles ante la fragancia, pues esta solo era lo suficientemente fuerte para los alfas.

-Estas precioso mi amor- Jeon Sohee se inclinó dándole un beso en la frente, para luego separarse y colocarle a su hijo el collar de plata adornado con la piedra amatista-. Este collar...me lo dio tu padre unos meses antes de ser luna del clan. Me gustaría que lo lleves esta noche.

Jungkook presionó sus labios formando un pequeño puchero. Amaba a su madre incondicionalmente, dejando de lado la urgencia que tenía por conseguirle un alfa, la amaba.

-¿Estás segura?

-Por supuesto que sí- la mujer sonrió contenta-. No me cabe duda de que serás la mejor luna de este clan. Después de mi obviamente.

UNTOUCHABLE | ᴋᴛʜ-ᴊᴊᴋWhere stories live. Discover now