UNTOUCHABLE | ᴋᴛʜ-ᴊᴊᴋ

EXTRA 1

Él realmente odiaba a Kim Taehyung en ese momento.

¿Por qué su respiración se escuchaba tan fuerte? ¿Por qué de repente sentía como si el alfa ocupara toda la cama? ¿Por qué movía las piernas de esa manera? ¿Por qué los brazos alrededor de su cintura ahora se sentían como cadenas? Dios, estaba harto de esa situación ¡no había podido conciliar el sueño!

-Hey- llamó, moviéndose entre sus brazos con la intención de que lo soltara. Sin embargo, este no se inmutó-. Alfa tonto, despierta.

-Mhm.

-¡Qué despiertes!

-¡¿Qué sucede?!- Taehyung se levantó exaltado, con el cabello alborotado y los ojos muy abiertos-. ¿Qué pasó? ¿Te sientes mal? ¿Nacerá Gaeul?

-No.

-¿Entonces...?

-Vete a la otra habitación.

Taehyung frunció el ceño, aquello tomándolo desprevenido. Se pasó las manos por el rostro  comprobando que fuese un mal sueño. Lastimosamente no lo era y Jungkook si le estaba pidiendo que se fuera a otra parte.

-¿Qué?

-Que te va...

-Si, si. Ya entendí, pero ¿realmente estás pidiéndome eso? ¿Quieres que me vaya?

-Sí.

-¿Puedo saber la razón?

-Porque no me dejas dormir, me molesta tu respiración, lo cerca que estás y el como mueves las piernas.

El alfa Kim sintió como una estaca le atravesaba el corazón. Su príncipe jamás le había pedido algo como eso, siempre dormían juntos y abrazados, no importaba qué. Además, no podía dejarlo solo por cuestiones del embarazo, sería una falta total.

-No puedo dejarte solo.

-Taehyung.

-Estás en cinta, no puedes estar solo.

-Kim Taehyung.

-Si te pasa algo debo estar allí para ti.

-¡Sal de la habitación, ahora!

Taehyung se sobresaltó por el grito, observando al príncipe Jeon con asombro, percibiendo el tinte rojo en sus mejillas y el ceño fruncido gracias a la lámpara encendida con la que Jungkook dormía todas las noches.

Resignado, decidió ponerse de pie y agarrar su almohada, para luego salir de la habitación cerrando la puerta con suavidad no queriendo hacer enojar más al omega. La doctora Hyejin le había dicho que los cambios de humor iban a estar muy presentes, pero no le advirtió que serían de esa manera.

Por otro lado, Jungkook se cruzó de brazos e hizo un puchero no apartando la mirada de la puerta por donde había salido el alfa. Y es que, una parte de él, la racional y que pensaba las cosas antes de actuar, sabía que estaba haciendo mal, que no debía gritarle al padre de su hija y mucho menos echarlo de la habitación. Pero la otra parte, la impulsiva y la que no se estaba aguantando ni el sonido de una mosca, lo quería a kilómetros.

Hyejin les había dicho que los cambios de humor iban a ser muy comunes en el embarazo, incluso para Taehyung, pues así no estuviera en cinta estaba enlazado con el bebé de forma indirecta, lo que provocaba un cambio en él también. Más sin embargo, Jungkook no lo veía quejarse ni enojarse, al parecer todo el combo se lo había llevado él.

El príncipe Jeon se sobresaltó cuando sintió a Gaeul moverse dentro de su panza, como si estuviera haciendo reclamo por no haberle prestado atención los últimos minutos.