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-¿Qué es todo esto?

-Son los vestuarios que se probará hoy para el solsticio de invierno, príncipe.

Jungkook parpadeó varias veces sin creer lo que estaba viendo. El solsticio de invierno era pasado mañana, aún tenían tiempo...así que ¡¿por qué demonios habían más de veinte vestuarios por toda su habitación?! Esto tenía que ser obra de su madre, no había otra opción.

-Uh ¿Nayeon-ssi?

-¿Si, alteza?

-¿No crees que es mucha ropa? Digo, con diez vestuarios estaría bien.

La beta se rió bajito.

-Si le soy sincera, para mi si es mucha, pero usted es el príncipe y su madre quiere que se pruebe todo esto.

-Si me imaginé que esto es obra de ella- suspiró cansado-. Como sea ¿cuándo empezamos?

-En...- Nayeon miró el reloj en su muñeca-. Veinte minutos, la señora Baek aún no llega.

-De acuerdo.

-Iré a traer su desayuno, con permiso- después de hacer una reverencia, la beta desapareció de la habitación.

Jungkook se dejó caer en su cama de espaldas. Más allá de no querer probarse toda esa ropa, su verdadero problema residía en que no podría ver a Taehyung en todo el día. Normalmente las pruebas de vestuario duraban horas y él no iba a poder excusarse para ir a la cabaña, menos si su madre decidía quedarse en la habitación con ellos. Y aso era lo más probable, pues la luna Jeon estaba obsesionada con el hecho de que su único hijo consiguiera un alfa.

Lloriqueo moviendo los pies como si estuviera haciendo un berrinche. El único alfa que el quería estaba a unos metros de su casa, de seguro acostado y viendo el techo de madera en espera de su llegada.

Kim Taehyung le gustaba de una forma que no podía explicar. Su voz, sus ojos, su cuerpo, su boca y todo lo que era parte de él le fascinaba. Se había enamorado profundamente y esperaba que eso no fuese un error.

Nayeon llegó poco después con su desayuno, y detrás de ella, la luna Jeon con una enorme sonrisa y una mujer a su lado.

Jungkook supuso que ella era la señora Baek.

-Jungkook cariño. Ella es Baek Hinsaek, te asesorará en tu vestimenta y hará los arreglos necesarios para que se adepte lo mejor a ti- contó emocionada-. Hinsaek-ssi, me gustaría que mi hijo reciba muchos cortejos en el solsticio de invierno, ¿podría dejarlo más bonito de lo que es?

La omega asintió, acomodando sus lentes de pasta negra sobre la nariz.

-Haré lo mejor, luna Jeon.

-¡De acuerdo! ¿Puedo quedarme aquí para visualizar todo?

-Por supuesto alteza.

-Perfecto- Jeon Sohee aplaudió y miró a su hijo, que en ese momento llevaba un pedazo de tostada con mermelada a su boca-. ¡Jungkook! No deberías comer, te probarás la ropa y tu cuerpo se va a hinchar.

El príncipe Jeon dejó la tostada en el plato de nuevo y bebió el jugo de naranja que de seguro Nayeon había exprimido con mucho esfuerzo solo para él.

-Nayeon-ssi, llevate esto por favor.

-P-pero príncipe...- la beta parpadeó varias veces tratando de hallar las palabras correctas. Su madre le había enseñado que siempre debía comer las tres comidas del día para mantenerse sana-. Debe comer algo o si no...

Jungkook la interrumpió.

-Tranquila- le dijo sonriendole poquito para luego mirar a su madre-. Comeré aire.

UNTOUCHABLE | ᴋᴛʜ-ᴊᴊᴋWhere stories live. Discover now