UNTOUCHABLE | ᴋᴛʜ-ᴊᴊᴋ

37

Jungkook lo tenía en abstinencia.

Bien, él entendía perfectamente que estuvo mal el haberse ido sin avisar, pero...no podía decirle nada al príncipe Jeon de lo que hizo e iba a hacer. Ese día estaba aterrorizado por haber salido solo; sin embargo, le restó importancia y se dijo a sí mismo que si se encontraba con el hijo de puta que le quería hacer daño lo mataría con sus propias manos.

-¿Qué tienes?- Jungkook preguntó saliendo del baño mientras secaba su cabello con una toalla.

Taehyung lo observó detenidamente. Estaba en ropa interior y con una camisa blanca extremadamente grande que le llegaba un poco más arriba de las rodillas. Empezaba a sospechar que el príncipe Jeon lo hacía a propósito.

-Pensaba en el día que salí sin avisar.

-Me parece perfecto que reflexiones sobre tus malas acciones- le dijo, sonriendole bonito e inocente. Taehyung estiró la mano agarrando el borde de su camisa y lo jaló hacia él provocando que cayera sentado sobre sus piernas-. Y-yah ¿qué haces?

-Nada.

-No haremos nada, lo sabes.

-Lo sé.

No se dejen engañar, esa situación también estaba siendo MUY difícil para él. Ver al alfa pasearse por la habitación y la sala de la cabaña sin camisa y solo con ropa interior no era bueno para su salud mental. Había estado a muy poco de mandar todo a la mierda y simplemente lanzarsele encima para comerle la boca. Pero debía ser fuerte, no iba a dejar que su instinto de omega lo hiciera perder en esta batalla.

-Si lo sabes, entonces sueltame.

-Mhm.

-Taehyung.

-Mhm...- se quejó de nuevo. Enterró el rostro en el hueco entre el cuello y el hombro de Jungkook, aspirando su aroma y llenándose de ese olor tan exquisito que desprendía la piel del omega. Acarició el sitio con su nariz y sacó la punta de la lengua dejando una lamida justo detrás de la oreja.

El príncipe Jeon gimió, temblando sobre sus piernas.

-No juegues conmigo.

-Es usted quien nos está haciendo esto.

-Te lo mereces.

-Mi príncipe...solo fue una salida inofensiva.

-Inofensiva fuera si no estuvieses siendo persiguido por una persona que quiere matarte, Taehyung- gruñó, sus ojos lanzaban destellos morados demostrando su disgusto-. Realmente estuve muy preocupado ese día y lo estuve mucho más cuando no pude sentirte.

-¿Sentirme?

-Sí, t-tú presencia. No lo sé con exactitud, pero no podía.

El alfa soltó una risita.

-¿Debería ponerme de rodillas y pedir perdón?

-Sí, deberías.

Taehyung asintió. Bajó a Jungkook de sus piernas dejándolo sobre la cama y tal como dijo, se arrodilló.

-¿Q-qué haces?- su voz salió ahogada y tembló cuando el alfa metió sus manos debajo de la camisa blanca, tocando con la punta de sus dedos el elástico de su ropa interior.

-Hago lo que dije.

-Pero n-no estás pidiendo perdón.

-Dije que pediría perdón, pero no cómo lo haría- y con esas palabras bajó la única prenda de ropa que cubría las partes íntimas del omega-. Respete mis métodos, alteza.