UNTOUCHABLE | ᴋᴛʜ-ᴊᴊᴋ

3

Una vez más Jungkook se preguntaba por qué tenía que haber nacido como omega.

No se arrepentía del todo, le gustaba serlo de cierta manera porque tenía privilegios que otros no. Pero su disgusto a ser emparejado obligadamente con un alfa o beta era mucho más grande.

¿Por qué solo lo veían como una fuente de hacer cachorros y satisfacer, en su mayoría, a alfas?

Jungkook no lo entendía y nunca lo entendería.

Salió de sus pensamientos cuando el corsé negro que Deiji le estaba poniendo le sacó el aire provocando que apoyara las palmas de sus manos en el tocador.

Sus ojos se abrieron demás y observó a la omega a través del espejo.

-L-lo siento mucho príncipe ¿lo aporreé?

-No, casi me rompes una costilla, pero no- contestó sarcástico.

La omega se sonrojó por la vergüenza y terminó de amarrar el corsé a su cintura.

Jungkook se miró en el espejo analizando su vestimenta. La camisa blanca de mangas largas dejaba ver un poco sus clavículas gracias a los dos botones que no estaban enganchados en su lugar, el corsé negro marcaba su cintura haciendo juego con el pantalón negro de vestir.

Deiji regresó a su lado con aquel tarro de vidrio y el omega rápidamente se dio la vuelta hacia ella.

-No me vas a echar eso, Deiji-ssi.

-Príncipe, pero su madre...

-No importa lo que ella haya dicho, no me echaré eso.

Y es que el perfume de copulinas lo tenía harto. Solo iban a cenar con los Choi ¿por qué tanto alboroto?

Jungkook suspiró y se colocó el collar que su madre le había dado en la celebración del Jejeon lunar para que hiciera juego con su anillo con la piedra amatista que lo identificaba como príncipe del clan Jeon.

Cuando por fin estuvo listo, el omega salió de la habitación tan rápido como le fue permitido. Sin que su madre lo viera se escabullo hacia la salida de la residencia y se introdujo en el bosque para visitar a cierto alfa.

Su lobo estaba nervioso, y no sabía si era por miedo u otra cosa.

Jugó con los dedos de sus manos y pasó saliva para lubricar su garganta seca. Después de haber tenido esa última conversación con Taehyung no sabía cómo el otro lo iba a recibir, pues no fue el más amable sacando el tema de conversación a flote. Y hasta podía llegar a entender si el alfa estaba molesto con él.

Abrió la puerta de la cabaña sin tocar y su rostro pasó a ser uno de sorpresa cuando vio al alfa con la mano estirada hacia el pomo de la puerta con la intención de abrirla.

-¿Ibas a salir?- preguntó Jungkook confundido.

-No, solo...- Taehyung trago en seco-. Presentí que venía alguien.

El omega asintió nervioso y dio un paso hacia adelante sin ser consciente de lo que había causado en el alfa.

Taehyung se tenso en su sitio y su lobo se removió contento cuando el olor a fresa, cereza y frambuesa mezclado llegó a sus fosas nasales. Y su cerebro hizo click cuando cayó en cuenta que la esencia que había percibido la primera vez en el omega no era la original. Algo más había opacado su olor natural.

Y debía admitir que ese olor a frutos rojos, dulce y ácido a la misma vez, le había gustado más.

-V-vine para ver cómo estabas y a decirte que estaré fuera durante unas horas.