Capítulo 9

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VALENTINA

¿Pero a que venía todo esto? ¡Si no habíamos hablado desde mi cumpleaños y ya había pasado una semana de eso!

-¿Pero vas a hacerle caso a este imbécil?

-Sí, Kurt. En realidad tiene razón. Salí de casa con la excusa de que iba a estar con Abby...

-¿Y?

-Que si mis padres se enteran, estaré castigada.

-Está bien. –Me agarró de la cintura para acercarme y besarme cogiéndome desprevenida. –Te llamo luego.

Sin poder evitarlo, miré hacia la dirección donde estaban Gael y aquella chica descubriendo como me miraba mal.

Caminé hasta ellos lentamente sin muchas ganas de cruzar palabras nuevamente con su acompañante.

¿Quién era y por qué estaba aquí con ella?

-Ya podemos irnos.

-Muy bien. –Se giró hacia la tal Sarah. – ¿Estás segura de que no quieres que te lleve?

-No, ya te dije que no, Gael. Vete tranquilo.

-Pero...

-Shh... –Sarah apoyó una mano en su pecho antes de dejar un casto beso en sus labios.

¡Genial!

Pero la cosa no acabó ahí, terminó acercándose a su oído para murmurarle algo que no pude escuchar haciéndolo sonreír.

Sin poder controlarme, me di la vuelta en dirección hacia los aparcamientos del centro comercial suponiendo que su coche estaría aparcado por allí.

-Valentina, espera...

-No quiero.

-La que no era una niña, ¿no? –Frené de repente para mirarlo mal.

-Perdón por no ser tan madura como tu novia. –Solté con rabia para seguir caminando.

-Pero si ni siquiera sabes donde está el coche, Valen. –Lo oí reír detrás mía. –Y Sarah no es mi novia.

-No, es tu amiga.

-Pues sí. –Reí falsamente antes de que continuara hablando. –¿De qué te ríes? El coche está en la columna 120 azul.

Miré hacia la columna por la que estaba pasando en la que marcaba el número 112.

-Me río porque me hace gracia. –Volví a reír falsamente. –La verdad es que si yo fuera ella, no volvería a hablarte más en la vida.

-¿Por qué?

-Porque la dejaste de lado para irte con otra.

-Pero es que tú no eres otra. –Reducí el paso para mirarlo a la cara. –Eres Valentina, la chica que conozco desde hace muchos años, la hermana de alguien que considero mi hermano.

Y toda la magia se rompió en ese momento.

Ya me extrañaba a mi que esto fuera tan bonito para ser verdad.

No respondí, simplemente esperé a que le quitara el seguro al coche una vez que habíamos llegado. Me senté en el asiento del copiloto igual de silenciosa.

-Te odio. –Dije una vez que él también se había subido. –Hubiera preferido no haberte conocido nunca.

-¿Qué? ¿Por qué dices eso? –Esquivé su mirada para mirar por la ventana. – Dime porqué diablos estás diciendo eso, Valentina.

¿Quién dijo que los sueños no se hacían realidad?  {NDN#3}Onde histórias criam vida. Descubra agora