Capítulo 59

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VALENTINA

-¿Qué crees que deba hacer, mamá?

-Los celos son malos, Val...

-¿En serio? –La interrumpí irónicamente.

-Déjame terminar y no uses ese tono conmigo. –Advirtió con la mirada. – Cuando era joven...

-Tampoco eres tan vieja. –Volví a interrumpirla ganándome una mala mirada. –Lo siento, continúa.

-Bueno, pues había una... Chica, que yo presentía que se acercaba a tu padre solo para fastidiarme.

-¿Y qué hiciste?

-Pues me puse celosa, obvio. La muy... -La miré abriendo bien los ojos. ¿Iba a insultar a alguien? ¿Ella? -¡Me llamó infantil por tener el pelo rosa!

¿Y pretendía que no me enfadara porque me habían llamado niña?

-¿Qué más pasó después?

-Que me volví a cambiar el pelo de color.

-¿Y ya? -Se encogió de hombros. -Pues muy mal, mamá. Debiste dejartelo si te gustaba. Lo que digan los demás debe importarte muy poco.

-Oye, que aquí la que debe decir eso soy yo, no tú.

-¿Ves como si soy madura? –Ambas reímos antes de que me abrazara enérgicamente.

-Con esto espero que hayas entendido a donde quería llegar, o por lo menos, lo intentaras. –Me había quedado de la misma manera, pero ella no tenía porqué enterarse.

-Gracias, mamá...

-De nada. Y ahora, vé a prepararte que te llevo a su casa.

-¿A la de Gael?

-¡Pues claro! ¿A casa de quién voy a llevarte? ¿A la de Claudia? -Fruncí el ceño. -Mierda, yo y mi bocota...

-¿Quién es Claudia? ¿La mujer que te llamó infantil?

-¡Prepárate antes de que se haga más tarde y tu padre no te deje ir! -Dijo altamente antes de salir corriendo del salón.

¿Debía tomar eso como un sí? Además, ¿de qué Claudia se trataba? Porque la única que me venía ahora mismo a la mente era una tía de Andrea, que a su vez, también era prima de mi padre...

-¿Sería ella y por eso no se llevaban muy bien? El otro día en el bautizo ni se hablaban...

-¿Estás hablando sola?

-¡Dios, Nai! –Me llevé la mano al corazón asustada. -Casi me matas y te quedas sin tu única hermana.

-Exagerada. -Dijo sentándose en el sillón para encender la tele.

-¿No tienes deberes que hacer?

-¿Te recuerdo que estamos en vacaciones de Navidad?

-¿Y? Yo sigo teniendo trabajos que hacer. -Se encogió de hombros sin dejar de observar la pantalla. -Bueno, me voy a cambiar. Mamá me va a llevar con Gael.

-Genial, pero cuídate. Con un bebé en la familia por ahora vamos bien.

Lo miré entre sorprendida y anonadada.

¿Pero cuando había crecido tanto? Si todavía me acordaba de cuando era un renacuajo y se peleaba con Elián por la atención de mamá, aunque esto seguía siendo igual a veces, y mírenlo ahora diciéndome tal cosa...

¿Quién dijo que los sueños no se hacían realidad?  {NDN#3}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora