Capítulo 38

1.6K 139 1
                                    

GAEL

FLASHBACK

-¿Quiéres saber que me pasa? Tú eres lo que me pasa. –Soltó de repente haciéndo que lo mirara confundido. 

-¿Qué dices, tío?

-Y encima tienes la cara de comportarte como el que no sabe nada, ¿eh?

-¿De que hablas, Daniel? –Pregunté ahora más confundido que nunca.

-No sé, ¿quizás te suena algo una escapada el otro día por la mañana? "Lo siento, pero hoy no puedo ir a trabajar porque me duele el estómago." -Dijo soltando las mismas palabras que le había mandado el día que había salido con Valentina. -¿De verdad pensáis que somos idiotas? No, no, ¿de verdad te piensas que soy idiota, Gael?

-Yo solo dije...

-No. Ahórrate las excusas conmigo.

-Chicos, hoy podéis salir antes. -Dijo de repente Lucian acercándose a nuestras mesas. -No quiero que lleguéis tarde al cumpleaños de los gemelos por culpa del trabajo.

Ambos asentimos sin volver a tocar más el tema.

¿Pero a este que le pasaba? ¿Había descubierto que estaba con su hermana o solo se había enfadado por no venir a trabajar?

Sea lo que fuese, tenía que averiguarlo después del trabajo.

FIN DEL FLASHBACK

-Oh, por Dios... ¿Qué te pasó en la cara? –Preguntó Valentina acercándose rápidamente a mí.

-Pues si que tienes un buen golpe ahí, sí...

-¡Lenna, Lucian! ¿Podeís acompañarme en esta conversación? –Dijo de repente Andrea guiñándome un ojo cómplice.

-Por supuesto, querida. Pero primero quiero...

-No te preocupes por mí, Lenna. Estoy bien. -Le sonreí abiertamente para que viera que no la engañaba.

-Bueno... Pues si nos disculpais, la mamá de nuestro nieto nos llama. – Reí mientras que Valentina rodaba los ojos.

-Tenemos un problema...

-¿Qué?

-Es mejor que vayamos a otro sitio a hablar.

-Sí, claro. –Val me agarró de la mano para caminar conmigo hacia el final del jardín donde no había nadie. –¿Qué pasa? ¿Quién te hizo eso?

-Daniel sabe lo nuestro.

-¿Qué?

-Sí. No quiso decirme como lo descubrió, pero lo sabe.

-¿Fue el quién te golpeó? –Asentí recordando como lo había hecho en cuánto me había acercado a hablar con él después del trabajo. –¿Qué diablos? ¡Voy a matarlo!

-Oye, párate ahí...

-¿Qué pare? ¿Qué derecho tiene él de golpearte así por así?

-No fue así por así, Valentina. Te estaba defendiendo y tiene todo el derecho a ello.

-No, Gael. Es mi vida y yo hago con ella lo que quiera. Se cruzó de brazos enfadada. –Y como hago lo que quiera con ella, voy a hacer esto ahora mismo.

-¿Qué? Volvió a agarrarme del brazo fuertemente para arrastrarme hacia el centro del jardín frente a todos. – Valentina...

-Cállate, Gael. Y ni se te ocurra interrumpirme. –Me miró mal antes de sonreírle a todos los que nos habían prestado atención. –Siento ser el centro de atención de todos, pero antes que nada, quería felicitar de nuevo a mis hermanos. ¡Felicidades! Dieciocho años no se cumplen todos los días, ¿eh? –La gran mayoría aplaudió feliz de acuerdos con ella. –En segundo lugar quería comentarles algo muy importante para mí. Y no, para aquellos que recordéis ésta escena de papá y mamá anunciando que estaba embarazada de los gemelos justo aquí, no significa que yo vaya a decir lo mismo.

Ay, madre. Voy a salir de aquí siendo chocado con piedras.

-Muchos imagino que ya lo esperarían mientras que a otros les sorprendería, pero como ya había dicho, esta es mi vida y hago con ella lo que quiera. Lo que significa que puedo enamorarme de quién quiera, ¿verdad?

-Valentina...

¿Quién dijo que los sueños no se hacían realidad?  {NDN#3}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora