Capítulo 48

130 17 0
                                    

VALENTINA

Solté a Gael para correr hacia él sin esperar ni un segundo más.

-Lo siento, Valentina. Soy un idiota por dejar de hablarte todos estos meses.

-No importa ya... –Murmuré llorando sin poder evitarlo. –Te quiero.

-Yo también, Val.

₹₹₹

-¿No es un bebé hermoso?

-Sí...

-Tiene mucho pelo. –Comentó Nairobi haciéndonos reír.

Los chicos y yo habíamos decidido ir a ver al bebé a la sala de incubadoras mientras que nuestros padres iban a comer algo con Daniel a la cafetería y Andrea descansaba en su habitación.

-Eso es normal, Nai.

-¿Yo también tenía mucho pelo?

-Hmm... No. Que yo recuerde, no mucho. –Respondí haciendo memoria del día de su nacimiento.

-Tú eras muy feo.

-Elián. –Lo miré mal negando con la cabeza mientras que Gael reía. –Y tú, no te rías tampoco.

-Lo siento...

Suspiré para volver a mirar a través del cristal que nos separaba de los bebés.

Derek era un niño precioso, como bien había dicho Nairo, tenía su pequeña cabecita cubierta por pelo negro y su piel aún estaba rojiza.

Pero seguía siendo igual de precioso.

-¿Crees que algún día tengamos hijos?

-¿Qué? –Pregunté sorprendida por su repentina pregunta.

-Sí... ¿No te gustaría? –Murmuró por lo bajo rodeando mi cintura con sus brazos y apoyando la cabeza en mi hombro.

-Bueno... –Sonreí sin apartar la vista de Derek.

Que me hablara de niños sólo significaba que había estado pensando en un futuro juntos, lo que me hacia más que feliz.

-Claro que me gustaría, Gal. Y si es contigo, más aún.

-Genial.

-Aunque creo que eso a mi padre no le haría tanta gracia. –Rió haciendo que mis hermanos nos miraran.

-¿Qué tanto cuchicheais ahí?

-Eso, eso.

-No seáis noveleros, anda.

-Hablando de noveleros... ¿Cómo es eso de que estabas con mi novia antes? ¿Qué hacías con ella? –Gael se tensó soltándome inmediatamente haciendo que lo mirara confundida.

Casi lo había olvidado con esto del bebé.

-Yo no estuve en ningún momento con Abigaíl. Ya te lo dije antes, Val.

-Pero oí su voz por el teléfono.

-Habrás oído la televisión, seguro. – Sonrió restándole importancia antes de mirar a Elliot. –Puedes llamarla para comprobarlo. Ni siquiera salí de mi casa hoy...

-Bueno, está bien. –Dije para que Elliot dejara de mirarlo desconfiado. –Si dice que no, es que no, Lelli.

-Más te vale. –Elián rodó los ojos mientras que Nairo nos miraba a todos intentando entender algo.

-No sé a quién sales tan celoso, hermano.

-¿Quizás a ti?

-¿A mí? –Preguntó Elián haciéndose el ofendido. –Si yo no soy celoso. Por eso no tengo novia.

Solté una gran carcajada sin poder evitarlo.

¿Qué Elian no era celoso? ¡JA! La de veces que peleaba de pequeño con Nairo por tener la atención de mamá... Incluso ahora de mayor, a veces seguía haciéndolo.

-¿Y tú de qué te ríes?

-De nada, de nada... –Respondí sin dejar de reír. –En fin... ¿No os ha entrado ganas de comer? Porque a mi sí.

-¡Sí, vamos! –Nairo fue el primero en contestar antes de agarrarme la mano para arrastrarme hacia las escaleras.

Al principio quise soltarme, pero al ver que los demás también nos seguían decidí dejar que siguiera tirando de mí como cuando era más pequeño.

Pronto podía volver a vivir esa experiencia con Derek. Estoy segura que sería un pequeño revoltoso mimado por todos nosotros.

No les quedaba nada a Daniel y Andrea...

¿Quién dijo que los sueños no se hacían realidad?  {NDN#3}Where stories live. Discover now