Capítulo 19

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VALENTINA

Había dejado de contar la cantidad de vasos que me había llevado a la boca.

¡Ni siquiera recordaba donde había dejado a Abby!

-¡Me gusta esta canción! –Grité antes de subirme a la mesa con algo de dificultad y comenzar a bailar como si no hubiera un mañana.

Canté y bailé sin importarme muy poco que la gente me estuviera viendo o que pronto alguien viniera a echarme del local.


De pronto, un chico bastante guapo se acercó y me hizo señas para que me agachara.

-¡Hola!

-Hola, guapa. ¿Cómo te llamas?

-¡Valentina! ¿Y tú?

-Bájate de ahí, Valentina.

-¡Gael! ¿Pero qué haces tú aquí? – Pregunté más que confundida.

El chico que se había acercado le dijo algo a Gael mientras que éste me ayudaba a bajar de la mesa.

-¡¿Me seguiste?!

-¿Pero qué dices? Además, ¿qué haces aquí? ¿Cómo te dejaron entrar? –Preguntó arrastrándome del brazo hacia la salida.

Suéltame!

-Oye, ¿pero a donde la llevas? ¡La vi yo primero!

-¿Qué la viste primero? –Gael soltó mi brazo y esa fue la oportunidad perfecta para salir corriendo en el sentido contrario.

¿Por qué tenía que irme cuando quería quedarme aquí? Había venido a divertirme y eso era lo que haría.

Esquivé a unas cuantas personas más para salir a la terraza y recibir el aire mezclado con el humo a tabaco y los perfumes tanto de hombres como de mujeres tan raros.

Caminé hacia el punto más alejado de la terraza para sentarme en una de las mesas vacías y suspirar cerrando los ojos.

-¿Creías que te ibas a escapar de mi? –Abrí los ojos asustada al oír la voz de Gael. –Nos vamos ahora, Valentina. Y ni se te ocurra volver a escapar.

-¿Por qué? No quiero irme todavía...

-Claro que sí. Estás borracha. ¿Tus padres saben que estás aquí?

-¿Qué más da? –Me puse de pie enseguida para echar a correr, pero Gael me detuvo.

-No estoy jugando, Valentina. Estás aquí dentro a pesar de ser menor de edad. ¿Estás loca o qué te pasa?

-¡Estoy harta! –Grité intentando soltarme de su agarre. –¡Harta de todo! De las clases, de mi vida... ¡De ti!

-¿Qué dices?

-¡Lo que oíste! –Grité acercándome a su cara. –¡Eres como un niño pequeño! Ni comes ni dejas comer...

-Deja de decir boberías, Valentina.

-¿Boberías? ¿El amor es una bobería? ¿Yo soy una bobería?

-Valentina...

-¿Por qué no me quieres? ¿Qué es lo que ves en otras mujeres que no ves en mi, Gael? ¿Madu... –Mi pregunta quedó en el aire cuando sus labios invadieron los míos sorpresivamente.

¿Esto era real?

¿Quién dijo que los sueños no se hacían realidad?  {NDN#3}Where stories live. Discover now