VALENTINA
-¿No está para comérselo?
-Tú si que estás para comerte...
-Calla, bobo. Como mi hermano te oiga...
-No nos oye, tranquila. –Rodé los ojos sin dejar de sonreír para mirar a mi novio. –¿Qué?
-Que nunca dejas de decir boberías, Gael. Ni siquiera hoy...
-Bueno... –Reí al ver la cara de avergonzado que se le había quedado.
-¡Valentina! –Gritó mamá de repente llegando hasta nosotros. –Déjame un rato con el principito de la casa.
-Claro. –Sonreí tendiéndole al niño para ver como ella lo cogía encantada de la vida.
-Venga, Val. Vamos a bailar.
-Ah, no, no. Yo no bailo.
-Venga, vamos. –Agarró mi mano ignorándome por completo para llevarme hacia la pista improvisada de baile.
Por fin Daniel y Andrea habían decidido bautizar al niño, por lo que aquí estábamos, en el jardín trasero de su casa nueva en la que también habían aprovechado para inagurar.
-¿Por qué tengo que bailar?
-Venga, no seas aburrida, anda.
-¿Aburrida yo?
-Sí, tú.
-Por favor... –Rodé los ojos sin dejar de moverme al ritmo de la canción acompañada por él. –Además, tú eres el que lleva todo el día molestando...
-¿Molestar yo? Que va. –Reí por lo bajo rodeando su cuello mientras que veía como Lucian no nos quitaba los ojos de encima.
Está bien, papá. Jueguemos un poco...
-¿Qué te parece si vamos un rato a...
-¿A dónde?
-Ya sabes... –Murmuré sonriéndole pícaramente.
-¿A dónde quieres llegar, Val? Te recuerdo que estamos frente a tu familia.
-¿Y? Existen los baños...
-Ni de coña.
-Vamos... –Deslicé sus manos por mis caderas hasta detenerlas sobre mi trasero.
-Valen...
-¿Hmm? –Un fuerte carraspeo se oyó a nuestro lado haciendo que Gael me soltara rápidamente.
-¿Se puede saber que hacéis?
-¡Nada! Ya nos íbamos, ¿verdad? –Lo agarré del brazo para salir casi corriendo lejos de mi padre.
-Voy a matarte. Sabías que nos estaba mirando, ¿verdad?
-¿Yo?
-¡No, mi abuela!
-Eso te pasa por llamarme aburrida... –Murmuré como la que no quería la cosa. –Te lo debía...
-¿Valentina? ¿Qué estáis haciendo aquí?
-¡Dios! –Grité llevándome la mano al corazón girándome hacía Elián. – ¡¿Quiéres matarme?!
-¿Qué hacéis aquí? –Volvió a preguntar ignorándome por completo.
ESTÁS LEYENDO
¿Quién dijo que los sueños no se hacían realidad? {NDN#3}
Romance-Hablando de cosas... ¿Invitaste a Gael a tu cumpleaños? -¡Por supuesto! -Grité sonriendo de oreja a oreja. -Fue el primero al que invité. -No se te escapa ni una, Valentina... -¿Sabes cuanto tiempo llevo esperando esto? -Dije refiriéndome a cump...