Capítulo 14

129 9 0
                                    

VALENTINA

Me levanté del taburete para caminar hacia la salida.

-Valentina, espera...

-¿Para seguir oyendo tus estupideces? Paso.

-Espera, por favor... –Me dí la vuelta para mirarlo a la cara. –Hablemos un poco...

Suspiré para volver a mi sitio y ver como la chica de antes dejaba el vaso sobre la barra.

-¿Cuántas cervezas llevas?

-Dos...

-Error, cinco. –Abrí los ojos sorprendida mirando a la chica. –¿Por qué le mientes a tu amiga, cariño?

¿Cariño? ¿Cómo qué cariño? 

Negué con la cabeza para volver a mirarlo.

-Gael.

-Vine a beber, Valentina. ¿Qué quieres? Ninguno quiso estar conmigo.

-A mi no me preguntaste...

-Ni me hizo falta. –Rodé los ojos para beber de mi vaso de agua.

-Dame otra cerveza, Miranda.

-No, Miranda. –Dije ahora que sabía su nombre. –Dale un café bien fuerte.

-No...

-Sí. –Dije retándolo con la mirada. –Se acabaron las cervezas, Gael.

-¿Se puede saber para que viniste, Valentina? ¿Es que acaso esperas a alguien más?

-Si vine fue para... –Me callé antes de sacar la cartera y dejar un billete de diez euros más monedas sueltas sobre la barra. –Cóbrate todo, Miranda. Hasta luego.

-Oye, Valen... –Ahora si que lo ignoré para salir de aquel bar y comenzar a caminar por la calle.

Estaba anocheciendo y eso significaba que el frío se apoderaba aún más de las calles.

Me abracé a mí misma para darme algo de calor antes de sentir como algo se ponía sobre mis hombros.

-Te vas a resfriar.

-Eso a ti no te importa.

-Claro que sí. –Metí las manos por las mangas de su chaqueta para abrochármela. –¿Vas a decirme ahora que haces aquí?

-No quise dejarte solo cuando Andrea te llamo y le dijiste eso.

-¿Por qué? –Me encogí de hombros sin dejar de mirar el suelo.

-No quise, y punto. –Quedamos en silencio por un largo tiempo sin dejar de caminar.

¿Qué a donde íbamos? Pues ni idea.

-Y... Gracias.

-¿Por qué?

-Por venir a hacerme compañía, Valen.

-Pues de nada. Sólo quiero arreglar las cosas y que todo esté como antes. –Respondí antes de suspirar.

-Por mi parte está todo olvidado. – Intenté que eso no me afectara, pero no lo logré.

Me dolía saber que mi beso no le había importado nada.

-Sí, vale...

-Bien. –Rió para pasar un brazo por mis hombros cariñosamente. –¿Recuerdas cuando tenías nueve años y te llevé a merendar?

-Me llevaste muchas veces a merendar, Gael.

-Sí, pero aquella vez fue diferente porque tu madre me dió dinero para ello.

-¿Y que pasa? –Pregunté sin saber a donde quería llegar.

-Ven aquí. –Me condujo hacia un caminito de piedras que llevaba hacia una pequeña arboleda con bancos salteados por todo el lugar. –Mira, aquí.

-¿Qué? –Miré hacia donde señalaba para ver un gran árbol del que le decoraba un corazón tallado con una G y una V en su interior.

-Me hiciste hacerlo ese día, ¿no lo recuerdas?

FLASHBACK

-¿Y por qué no dibujas un corazón aquí?

-¿Un corazón?

-¡Sí! En muchas películas he visto como hacen corazones en los árboles.

-Ah, ya entiendo... –Sonrió antes de sacar sus llaves del bolsillo para comenzar a tallar un corazón en el árbol. –¿Así?

-¡Sí! Es perfecto. –Le quité las llaves de las manos para hacer una G y una V en su interior.

FIN DEL FLASHBACK

-Sí, sí que me acuerdo... –Murmuré sintiendo mis mejillas sonrojar. –Casi que te obligué a que lo hicieras...

-Bueno... –Rió antes de continuar. – Eras una niña algo caprichosa, eso también hay que decirlo. –Lo miré ofendida antes de golpear su brazo.

-Tú no te quedas atrás tampoco...

-¿Yo? –Asentí antes de comenzar a reír.

-¿Por qué no me llevas a casa ya? Dan me dejó venir si tú me llevabas de inmediato a casa.

-Está bien. El coche lo tengo cerca del bar. 

-Pues vámonos entonces. –Nos sonreímos mutuamente para poner rumbo de nuevo hacia el bar.

Mejor esto a estar peleados y sin hablarnos.

¿Quién dijo que los sueños no se hacían realidad?  {NDN#3}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora