Capítulo 65

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NARRADOR OMNISCIENTE


El verano llegó y con él los planes con los que siempre había soñado Valentina:

Vivir con Gael.

A pesar de que aún quedaba un mes para que comenzara la universidad y fuera su cumpleaños, ella ya tenía la mayoría de sus cosas guardadas en cajas.

-¿Val?

-¡Aquí estoy! -Gritó levantando la cabeza de la caja que estaba cerrando para encontrarse con la mirada de su hermano Elián.

-¿No crees que exageras un poco?

-¿Perdón? -Dijo volviendo a mirarlo.

-Sí, aún te queda mucho para irte y mira como tienes la habitación ya...

-Tampoco queda mucho, Eli, solo cuatro semanas.

-Cuatro semanas donde podías haber hecho todo esto en dos o incluso en una.

-Sí, ya, claro...

-Pues claro. ¿Es qué piensas llevarte toda la habitación?

-Si puedo, sí...

-Ah, ¿y qué pasará cuando vuelvas a vivir aquí?

-No está en mis planes volver a vivir aquí. -Confesó poniéndose de pie para estirar la espalda.

-Pues no creas que el amor te va a durar toda la vida...

-¿Por qué dices eso, Elián? -Le preguntó de brazos cruzados enfadada. -Papá y mamá llevan toda la vida juntos. Que tu seas un pesimista en este tema y aún no tengas novia, no significa que a mi me vaya a pasar lo mismo.

-Lo que tú digas... -Murmuró antes de salir de la habitación.

A pesar de todos los intentos que había hecho por estar con la chica misteriosa que le gustaba, nunca sucedió.

Resultó ser que la chica había aceptado salir con él unas cuantas veces, pero terminó admitiéndole que no podían ser más que amigos porque ella ya tenía novio. Eso a Elián lo descolocó por completo provocándole un cierto rechazo a todo aquello que estuviera relacionado con el amor.

Las palabras de su hermana le habían dolido, sí, pero no podía culparla porque la chica no sabía nada. Al único que le había contado lo ocurrido había sido a su gemelo.

-¿Te gusta la idea? -Le preguntó Lenna a su marido sentada frente a su escritorio.

-Sí, pero no pienso hacer una fiesta para ello. Bastante hago con permitirle que se vaya a vivir con él.

-Era lo mismo vivir con él que vivir en la universidad, Luc.

-Daniel vivió aquí y no le pasó nada.

-Sí, porque en ese entonces su novia no tenía casa propia, y menos mal. - Suspiró aliviada recordando a la que había sido la primera novia de su hijo mayor. Aquella niña que desde pequeñita nunca le había gustado. -Por cierto, esta tarde nos traen al niño. ¡Por fin los convencí para que tuvieran una noche para ellos solos!

-Genial. Nosotros deberíamos ir planeando algo así también...

-¡Sí! -Gritó feliz antes de que el teléfono de Lucian sonara.

-Tengo que responder, Len. Es del trabajo.

-Adelante. Voy a ver qué hacen los niños. -Lucian asintió y pronto ella salió del despacho cerrándole la puerta para que nadie le molestara.

¿Quién dijo que los sueños no se hacían realidad?  {NDN#3}Where stories live. Discover now