¿Quién dijo que los sueños no se hacían realidad? {NDN#3}

Capítulo 1

VALENTINA

-Me voy a hacer los deberes.

-No estudies demasiado. –Le sonreí a mi padre antes de despedirme para subir a mi cuarto.

Saqué los libros y los apuntes antes de sentarme en el escritorio para comenzar a hacer los deberes.

-¿Puedo pasar?

-¡Claro! –Dije al ver a mi hermano mayor apoyado en el marco de la puerta.

¿Cómo se había podido convertir Daniel en todo un hombre ya de veintiséis años? Y pensar que parecía ayer cuando aún era un adolescente...

-¿Qué haces?

-Los deberes, ¿no me ves? –Ambos reímos al acordarnos de aquel día. – Pensaste en lo mismo que yo, ¿verdad?

-Sí... –Rió para sentarse en mi cama.

-¿Qué pasa?

-Quiero saber como llevas los preparativos de la fiesta.

-Pues bien. Luego voy a ir a terminar de comprar las últimas cosas con mamá y Marta. ¿Quieres venir?

-No puedo, pero gracias.

-¿Vas a ver a Andrea?

-Ajá. –Lo miré alzando las cejas  pícaramente. –Oye...

-¡No me digas que no váis a...

-¡Valentina! –Gritó provocando aún más mi risa.

Tan inocente mi querido hermano como siempre...

-Eso fue lo que hicisteis el día que viniste a hablarme de Gael.

-Sí... –Murmuró casi avergonzado antes de que su semblante cambiara por completo.

-¿Por qué te pusiste tan serio de pronto?

-Tenemos que hablar, Valen. –Vale, esto ya no me gustaba. –No sé si Gael podrá venir a tu fiesta...

-¿Qué? ¿Por qué?

-Papá quiso que fuera junto con otro compañero de trabajo a un viaje en Alemania...

Mi boca se abrió al no esperarme esa respuesta.

-¿Pero cuando vendrá?

-El miércoles después de tu cumpleaños, enana. Lo siento...

-¿Lo sientes? Lo hizo queriendo, ¿verdad?

-¿Qué? ¿De qué hablas?

-¡Estoy segura que papá lo mandó a él para que no viniera! –Grité furiosa poniéndome de pie para salir rápidamente de la habitación.

¿Pero qué diablos? ¡Lucian Carter tenía que darme muchas explicaciones inmediatamente!

-¿Qué pasa, cariño?

-¿Dónde está papá? –Le pregunté a mi madre al encontrarla en el salón. 

-En el estudio. ¿Por qué?

-Valentina...

-¿Qué pasa, Dan? –Oí que le preguntaba a Daniel cuando yo la había ignorado dirigiéndome al estudio de mi padre.

Abrí la puerta sin ni siquiera molestarme en llamar descubriendo al causante de mi enfado tras la pantalla del ordenador.

-¿Val?

-¿Por qué mandaste a Gael a Alemania cuando sabías que iba a venir a mi cumpleaños?

-Oh...

-¡¿Oh?! –Repetí mientras que él rodara los ojos. –¡Papá!

-Te dije que iba a reaccionar mal.

-¿Es que tú también lo sabías? –Me giré hacia ella más que anonadada. 

-Tu padre me lo dijo esta mañana...

-¡Pero esto es increíble! ¡Increíble! – Grité antes de salir esquivando a Daniel que se había mantenido junto a la puerta silenciosamente.

¿Pero ahora para que quería celebrar una fiesta de cumpleaños si la persona que más quería que viniera no iba a hacerlo?

-¡Agg! Vergüenza os debería dar... ¡Vergüenza!

-Oye, Valen...

-¡Fuera! ¡Fuera de aquí! –Grité sintiendo como comenzaban a salirme las lágrimas.

-Ven aquí, pequeña. –Rindiéndome a lo inevitable, me acerqué a los brazos de mi hermano en busca de consuelo.