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Había restos de goma sobre el escritorio y el papel ya estaba desgastado de tantos borrones, arrugado por uno de los lados. Había hojas arrancadas, igual de percudidas, en el suelo.

Su frente estaba apoyada en la fría madera. El olor del grafito se colaba por sus narinas, mismo que manchaba las puntas de sus dedos de gris.

Las manecillas del reloj le hacían saber que el tiempo avanzaba, se encontraba estancado. Ni siquiera tenía ganas de darle un sorbo a su vaso de whisky.

Dejó salir un prolongado suspiro.

Otra vez estaba bloqueado. Había pasado toda la noche y lo que iba de la mañana intentando diseñar, sin éxito alguno. En su mente solo se reproducía el sonido de una caja musical y se repetía la imagen de un joven girando sobre las puntas de sus pies.

Creyó estar maldito, su bloqueo parecía no tener cura. Creyó estar obsesionado, solo una idea lograba salir de su cabeza una y otra vez.

Levantó la cabeza, un pajarito se metió por la puerta del balcón y se posó sobre un maniquí con telas a medio coser, justo frente a él. Jungkook lo miró, el pajarito picoteó el material acolchonado del maniquí. Jungkook posó su codo sobre la mesa y dejó reposar su barbilla en su mano.

Sintió que golpearon la puerta.

—Adelante —dijo Jungkook con la voz apagada.

En cuanto se abrió la puerta, el pajarito volvió a volar hacia afuera.
Se trataba de Clarice, su buena amiga.

—Vine a ver como estabas, no saliste del estudio ni a comer —dijo preocupada, en sus manos cargaba una bolsa de tela con alimentos.

Jungkook volvió a suspirar. Tomó su vaso de whisky, generó un pequeño remolino con su muñeca y le dió un sorbo a la bebida. Hizo una mueca con la boca al momento en que el alcohol pasó por su garganta. Volvió a apoyar el vaso sobre la mesa.

—Estoy bien, Clarice —Masajeó una de sus sienes con las puntas de sus dedos índice y mayor.

—Bien destruído —intentó darle humor a la situación.

De la bolsa que cargaba sacó una bolsa de papel llena de bizcochos y una botella de jugo de durazno, puso todo sobre la mesa y se sentó en la silla frente a Jungkook. Jungkook la miró con los ojos entrecerrados, no había dormido, tenía sueño.

Clarice le hizo una seña con el mentón para que comiera. Jungkook frunció los labios y sacó un bizcocho salado de la bolsa. Le dió un mordisco, sintió como la vitalidad volvía a su cuerpo. Abrió la botella de jugo y tomó un buen sorbo.

—Creí que lo peor ya había pasado —habló Jungkook, abrió un bizcocho con sus manos—, creí que había superado mi bloqueo.

—Eso no sucede de la noche a la mañana.

—Más vale que sí —respondió Jungkook, se llevó la mitad de un bizcocho a la boca—. El desfile es más pronto de lo que me gustaría y tengo que tener toda una colección pronta. A este paso terminaré la colección para el funeral de la señorita Lee.

Clarice chasqueó la lengua, incrédula.

—Vas a terminarla mucho antes que eso —aseguró.

—¿Sí? ¿Cómo?

Clarice guardó silencio, miró a su alrededor todos los intentos fallidos de Jungkook por diseñar algo nuevo. Comprendió su conflicto. Se detuvo a mirar los diseños que había hecho; algunos a medio dibujar, otros tachados, otros rasgados. Tomó un dibujo entre sus manos, lo comparó con el resto, se parecía a todos los otros.

—¿Cómo se te ocurrió esta idea? —preguntó tomando otro dibujo similar.

Jungkook tomó los dibujos que Clarice estaba viendo. Negó con la cabeza, rendido.

—Es por el bailarín del que te hablé... Al principio creí que estaba inspirado pero lo cierto es que no puedo quitármelo de la cabeza.

—Quizás la respuesta está ahí.

—¿En el bailarín? —preguntó Jungkook, tomó otro trago de jugo de durazno.

—Sí, tal vez deberías ir a buscarlo.

Jungkook se echó para atrás en su silla, estirando su espalda, lo pensó por unos segundos.

—Jimin... —murmuró mirando al techo. Volvió a sentarse recto— Podría intentarlo.

—¿Recuerdas dónde lo viste por última vez?

A la memoria de Jungkook volvió la imagen de la peatonal llena de gente aglomerada frente a una tienda de ropa. Recordaba el lugar a la perfección.

—Sí —dijo levantándose de su asiento. Guardó un par de lápices y gomas en su portafolios, tomó una pila de hojas y la guardó también—. Me retiro.

—Suerte —le sonrió Clarice.

El joven tomó el portafolios y salió del estudio. Bajó las escaleras a gran velocidad y salió de la tienda vacía.

Caminó por las calles esquivando a las personas, directo a su objetivo, sin mirar atrás. Sus cabellos se movían con el viento. Estaba emocionado, quería ver de nuevo al bailarín que tanto lo había inspirado. Tenía esperanzas de volverlo a encontrar aunque era un poco más temprano que el día anterior.

Así fue que llegó a la tienda de ropa, sin embargo la peatonal estaba vacía. Jungkook miró alrededor, no había gente aglomerada por ninguna parte. El bailarín no estaba. Sus brazos caían pesados a sus costados, desilusionado.

Rendido, caminó hasta una fuente y se sentó a ver a las personas pasar. Apoyó sus codos en sus rodillas y escondió su rostro con sus manos, frustrado. Sabía que no podía adjudicar toda su creatividad a un extraño pero era lo que le estaba sucediendo. Refregó su cara y pensó en soluciones. Miró hacia la tienda de ropa, quizás sabían algo del chico.

Entonces se reincorporó. Acomodó su traje y se dispuso a entrar en la tienda. Era una tienda de ropa infantil. Cuando entró había bastantes personas en el lugar, todas buscando ropa para sus hijos o familiares. Caminó hasta el mostrador y esperó a que una chica lo atendiera.

—¿Qué se le ofrece? —le preguntó una castaña muy simpática.

—Quizás esto sea un poco extraño —empezó Jungkook—, estoy preguntando por un chico que vino ayer, estaba bailando frente a su tienda.

La chica negó con la cabeza.

—Yo no trabajo los fines de semana, no sabría decirte —le explicó. Jungkook sintió que su mundo se venía abajo, hasta que se dió cuenta de que tenía una pista.

—Así que solo viene los fines de semana... —murmuró Jungkook. Una sonrisa se dibujó en sus labios: no todo estaba perdido.

Tomó aliento y salió de la tienda con la frente en alto, volvería a la semana siguiente. 


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Volví, nueva actualización. yeiii

Si les va gustando la trama de esta historia, les recomiedo que vayan a leer Sous Le Ciel de Paris (otro fic en mi perfil), tiene una trama parecida.

creo que esta historia se va a  volver más larga de lo que tenía pensado, mi idea original eran seis capítulos, por ahí. A ver a dónde me lleva...

¡Nos leemos!


Inspírame 🧵 [JiKookMin]Where stories live. Discover now