🩸⛓️𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 21⛓️🩸

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•Nadie puede elegir tu camino, debes hacerlo tú•

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Antes de subir al bus fui a despedirme de mi tía Nicole, se que hice mal en saludarla a última hora pero este fin de semana no me la pasé en mi cama que digamos a medida que iban pasando las horas me encontraba ocupada haciendo algo, no veo la hora en la que llego a la residencia, echo de menos a Sarah, el ambiente del campus y de los pasillos, estas dos semanasme hicieronacomodane al ambiente.

Me puse mis auriculares e inicié en The Lazy Song de Bruno Mars una, la puse en aleatorio y las canciones se iban cambiando.

A lo largo del camino me la pasé dibujando a la pareja anciana que tenía en los asientos de al lado se veían muy tiernos como la anciana se apoyaba en el hombro de su pareja durmiendo, después de que terminase el viaje y todo el mundo bajase, arranqué el papel con el dibujo y me acerqué a la pareja que estaba sacando una maleta pequeña del maletero.

-Hola señora. -saludé a la anciana que estaba viendo a su marido y vi el amor en su mirada.

-Ah..Hola hermosa, ¿En que te puedo ayudar? -me dijo sonriendo.

-Nada solamente le quería regalar esto. -le entregué el papel, y soltó un grito de sorpresa entre risas y sonrojos.

-Es muy hermoso, muchas gracias. -en eso llega la pareja, seria.

-Cielo, mira lo que nos regaló esta chica linda. -en eso el anciano sonrió alegremente.

Me alegro de sacarle una sonrisa a esta hermosa pareja que cualquier persona desearía seguir su ejemplo.

-Los jóvenes de ahora sois muy inteligentes y no os avergonzáis en demostrar vuestro talento, por ejemplo mi nieto le gusta la música- si supiera que no todos no se avergüenzan.
(Pensé en Luka).

-Muchas gracias señor me alegra de que le haya gustado mi dibujo, lo hice a lo largo del viaje ya que se le veían muy hermosos juntos y muy tiernos. -sonreí.

-Gracias hija, que dios te bendiga. -me dijo la abuela para luego darme un abrazo y yo corresponder obviamente.

-Bueno, hermosa pareja yo me tengo que ir, sigan riendo, bailando y viajando para siempre. -dije mientras me alejaba de ellos y me despedía entre risa.

Llamé a un Uber y en cinco minutos llegó, subí atrás y el que conducía era un hombre asiático con ojos rasgados, no sabría decir de que parte exactamente.

'¿A donde señorita? -me sonrió desde el retrovisor.

-A la residencia de la universidad Howard. -dije para luego ver mi celular.

El conductor es una persona muy simpática por que no paraba de hablar y de buscar cualquier conversación con sus clientes, estuvo hablando del tiempo, de la gente, de los jóvenes...etc

El uber se detuvo enfrente de la universidad.

-¿Cuanto es? -saqué mi monedero.

-Catorce dólares con ochenta y cinco centavos. -le di el dinero en la mano.

-Gracias por el viaje fue entretenido. -reí antes de bajar.

🩸Sanando Cicatrices🩸Where stories live. Discover now