🩸Sanando Cicatrices🩸

🩸⛓️𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 35⛓️🩸

•Infierno•

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JACOB BROWN

La luz del sol al traspasarse por las ventanas penetró mis ojos, haciéndome despertar, cuando me quise levantar sintió una presión en mi pecho y en general todo mi cuerpo, es Alison que estaba durmiendo encima de mi sin darme cuenta me quedé viéndola sonriendo.

Que mierda te pasa Jacob, ¿Por que cojones sonríes cuando esta solo durmiendo?

Desvíe todos esos malos pensamientos de mi cabeza e intenté levantarme y dejarla en el sofá sin despertarla e hice eso solo que se movió un poco cambiando de posición, cuando me levanté la vi semi desnuda, solo en bragas y sujetador de encaje, es perfecta, como está durmiendo de lado, con su trasero bien perfilado y sus hermosas caderas, sus pechos redondos.

-Dios, más vale que la vista o si no terminaré violandola aquí mismo y en este mismo instante. -dije riendo, para luego sacar mi camiseta de tirantes e intentar ponérsela lo más cuidadosamente posible, cuando termine con la última manga tiré de la camiseta, le queda como un vestido por encima de sus rodillas tapándole medio muslos.

Fui hacia la cocina para hacer un café y me quedé desde la encimera viéndola, mientras esperaba que la cafetera termine de hacer el café, cuando terminó, saqué leche del frigorífico y mezclé estos para luego echar una pastilla de sacarina.

Escuché la puerta abrirse y cerrarse ya supe quien es al instante, suspiré poniendo los ojos en blanco y vi a Hades, mi perro, el mejor perro de este mundo, es una mezcla de Husky con Pastor Alemán, llegó corriendo desde el pasillo de la entrada hasta pararse entre la sala y la cocina, miró a todos lados en mi busca con la lengua hacia fuera, cuando me vio empezó a ladrar.

-¡Shh! -se acercó a mi y empezé a rascarle en el gran pelaje que tiene mientras saltaba.

-Buenos días. -dijo la señora que acaba de entrar dejando su bolso y las llaves en la encimera, por lo que veo no se percató de lo que tengo en el sofá y reí por ello, miré el sofá y ella giró su cabeza para mirar y abrió la boca y lo ojos de sorpresa.

-Madre tenemos que hablar, sobre lo de venir sin avisar, y ya te lo dije, tendré que quitarte las llaves. -esta ignoró del todo lo que dije acercándose al sofá para verle la cara a Alison.

-Es muy hermosa. -dijo emocionada para luego volver a la encimera.

-¿Oíste lo que dije mamá? -le cuestioné serio.

-No me importa, para que iba a avisarte soy tu madre, además de costumbre nunca traes a tus chicas esas aquí. -pone los ojos en blanco para luego coger una taza y llenarla de café. -Como por ejemplo...¡Mmm! -se queda pensando chasqueando sus dedos. -La pelinegra esa...¡Victoria! -le dio un sorbo a su café. -O ¡Alexandra! Por dios que mala educación, esas chicas no me gustaron para ti, además tu nunca estas con una en concreto, ya hijo debes sentar cabeza. -negué con la cabeza.

-Esas no son ni serán nada importantes para mi, madre. -le di un sorbo a mi café.

-¿Y esta chica? -preguntó elevando sus cejas y yo me quedé perplejo en su pregunta no sabía que contestar.

¿Es importante para ti?

Preguntó mi conciencia y contesté mentalmente.