🩸Sanando Cicatrices🩸

🩸⛓️𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 55⛓️🩸

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En la entrada del súper mercado con Jacob, antes de salir Jacob me puso gasas en la zona de quemadura antes de ponerme mis pantalones vaqueros. No son unas quemaduras graves, solo rojez.

Sacó un cigarro para ponerlo entre sus labios e inhalarlo, me quedé esperando con él y charlando sobre cosas al azar, hasta que el señorito decidió terminarlo.

El agarró un carrito grande y se adentró al interior del supermercado.

-Ven. -me acerqué a él, me agarró del las costillas para levantarme como si nada.

-¿Que haces? -dije riendo antes de que me sentara en el carrito, me sigue sorprendiendo como puede levantarme y hacerme lo que se le pega en gana.

A ver tampoco es que pese mucho, pero me sorprende como le resulta que sea tan ágil para el.

-Tu siéntate ahí. -dijo riendo para luego tirar de él.

-Voy a bajar, que vergüenza. -intenté levantarme pero me agarró del hombro y me sentó.

-Deja de ser tan terca. -me llamó la atención, lo miré poniendo los ojos en blanco.

-¿Cuantas veces te dije que no me pongas esos ojos? -levanté mis cejas.

-No lo se no las conté. -dije en un tono irónico, paró en la sección de frutería, agarró una bolsa de fresas, plátanos, uvas, arándanos y un saquito de mandarinas mientras tanto me las iba pasando y yo las comencé a acomodar en el espacio vacío, después fue a la sección de verduras para agarrar unas cuantas cosas y luego a la de carnicería para seguir pasándome, carne picada...etc.

-Quiero dulces. -arqueé mi cuello para verle.

-¿No crees eres un poco mayor para pedirme dulces? -dijo bromeando y yo volteé la mitad de mi cuerpo.

-Tampoco soy una niña para sentarme en un carrito y mírame. -fruncí el ceño y le saqué la lengua para volver a mi posición.

-Le saca argumentos a todo eh niñata contestona. -se le quejó riendo.

-Cuando me conviene, tú me desvirgaste ahora te toca alimentarme. -arqueé mi cuello para verle cruzando mis brazos sobre mi pecho y este soltó una carcajada.

-Vaya ¿Ahora me tengo que hacer responsable de ti? -asentí riendo.

-Si, es tu obligación. -dije sarcásticamente.

-Entonces no hay nada más que decir, vamos por dulces. -hice un gesto con mi codo pegándolo a mí con la mano en un puño festejando mi victoria.

Cuando llegamos comencé a señalarle los dulces que quiero y él me los pasaba, M&S, Pringles, Doritos, chocolate Milka de varios tipos, Oreos, Filipinos blancos y bollos de chocolate.

-¿Te vas a comer todo eso? Te vas a poner mala. -dijo riendo y yo levanté mis hombros.

-Si y yo sola no te voy a dar. -reí.

-¡Esta niña! -dijo riendo para luego ya la sección de trigo y agarrar dos cereales y me los pasó, los coloqué y el carrito estaba lleno.

-Harina. -dije.

-¿Qué? -cuestionó.

-Harina, quiero hacer tortitas o crepes. -agarró una bolsita de harina y me la pasó, de paso agarró dos cajita de una docena de huevos y dos garrafas de leche.

-¿Algo más diosa del Olimpo? -reí por su expresión y me quedé pensando.

-Yogures. -reí.

-Allá vamos. -comenzó a tirar de mí hasta la sección de lácteos.