Ella quería una historia de amor como la que tuvieron sus padres. Quería amar y ser amada.
Sin embargo amar a alguien no es difícil, lo difícil es ser amado por la misma persona.
Ella quería su final feliz.
Pero cometió error tras error..
Se enamor...
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POV Victor
Las risas llegan a mis oídos en el instante en que cruzo el umbral de la puerta. Por eso no me sorprendo al ver a esa pelirroja de peligrosa mirada y sonrisa sentada en el regazo de mi padre, frotándose contra él. Su mirada se encuentra con la mía y su sonrisa se ensancha más.
-Tu hijo es... Atractivo.
Ese fulgor en su mirada. Esa hambre. Esa ropa interior roja de encaje. Esa suciedad.
Me dieron asco.
Un gemido broto de sus labios y las arcadas llegaron a mí, haciendo que suba las escaleras con rapidez en dirección a mi cuarto. El sonido de la puerta cerrarse con fuerza parece como un impacto en mi estomago que empuja mi comida arriba.
El fantasma de unas manos recorriéndome.
Unos ojos fríos y hambrientos clavados en los míos.
El aliento a chocolate entremezclándose con él mío.
El latido frenético de mi corazón...
Y el sonido de mis arcadas es lo único que llena el baño mientras siento como las lágrimas escurren por mis ojos. La sensación de ahogo al venir una arcada tras otra hasta vaciarlo todo me mata.
Quiero sacarlo todo.
No quiero ese aliento a chocolate que oculta las horas de tabaco.
No quiero esas uñas rojas en mi piel.
Siento como si mi misma alma saliera de mí, como si volcara todo en ese agujero.
Necesito sacarlo.
Los escalofríos apoderándose de mi cuerpo como si fueran su legítimo dueño, el frío impactando contra mi piel erizada, mostrándomela más pálida en el espejo.
Deseé con toda mi alma que el asco que siento por esos ojos que me observan a través del espejo se hubieran ido por el retrete con la comida de esta tarde. Sin embargo, allí seguía, observándome.
Esos ojos fijos en los míos, mientras unos latidos retumbaban en mis oídos. Sentía el sudor frío recorrerme estando apoyado en el lavabo. Un dolor agudo me recorrió la espina dorsal, y no fui consciente de donde provenía hasta que sentí como algo se partía en mi mano. Los nudillos blancos por las manos aferradas con fuerza al lavabo me dejaron anonado.
