Ella quería una historia de amor como la que tuvieron sus padres. Quería amar y ser amada.
Sin embargo amar a alguien no es difícil, lo difícil es ser amado por la misma persona.
Ella quería su final feliz.
Pero cometió error tras error..
Se enamor...
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POV Victor.
Pulso el botón repetidamente esperando que la maquina acate la orden, pero no lo hace. Suelto un bufido al escuchar como vuelve a dejar caer el dinero. Recojo las monedas y me encamino decidido a la próxima maquina más cercana. Me entretengo tratando de que la moneda dé el máximo de vueltas en el aire antes de caer en mi mano.
-¿Y qué piensas hacer con Melissa?
Mis pies se detienen automáticamente ante lo que escucho. Regreso rápidamente a la esquina encontrándome con una Ciara y Camellia enfrascadas en una conversación en el vacío pasillo.
-Estás loca si crees que le contaré algo.
-¿Y qué pasará con él? ¿Se callará? - cuestiona. - Están en el mismo equipo, cariño. ¿Cuánto tiempo podrá guardar el secreto? ¿Crees que él pueda hacerlo? Porque a veces las miradas delatan, y él...
-No dirá nada. – le interrumpe segura.
¿Acaso están hablando de mí? Porque por lo que he escuchado creo que están haciendo referencia al hecho de que Melissa es Ángela. ¿Camellia también lo sabía?
-Espero que estés en lo cierto. ¿Axel lo sabe?
-Sí. Sabe perfectamente lo que pienso sobre el asunto. – susurra dando un vistazo al techo antes de soltar un sonoro suspiro. -Hemos quedado en el cementerio.
-Lindo lugar para quedar ¿no? Un cementerio. – bromea tratando de aligerar el ambiente.
-Al final es lo que nos une. Es donde Kaira está enterrada.
¿Kaira? ¿Quién es? ¿Por qué me suena tanto ese nombre?
Ni siquiera tengo tiempo para pensar, en el momento en el que la veo venir hacia el lugar donde estoy regreso a la habitación de mi hermano, deshaciéndome de la idea de comprar unas bebidas. Ya ni sed tengo. Odio los secretos que esconde esa familia. Me dan muy mal rollo. Y es que encima siento que no estaba hablando de mí, porque recuerdo perfectamente como ella me dijo que él no podía saber que yo conocía a Ángela, que si él lo descubría...
-¿Y las bebidas?- inquiere mi hermano.
-La máquina esta estropeada. ¿Estás bien? – inquiero al verla mirando fijamente una fotografía en lo que parece ser... -¿Ese es mi álbum?
-Sí. – sonríe con dulzura.
-Si quieres podéis quedaros aquí a ver las fotos, pero en pocos minutos vendrán a llevarme a la sesión de rehabilitación.
