Ella quería una historia de amor como la que tuvieron sus padres. Quería amar y ser amada.
Sin embargo amar a alguien no es difícil, lo difícil es ser amado por la misma persona.
Ella quería su final feliz.
Pero cometió error tras error..
Se enamor...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
POV Victor
En el instante que está a escasos centímetros de mi pega un salto y se aferra a mi cuello. Tardo escasos segundos en reaccionar aferrándola a mí con fuerza.
Sus pequeños brazos me envuelven y su aroma a fresas derrumba lo poco que quedaba de mí.
–Sabía que ibas a venir. – susurra en mi oído antes de alejarse y observarme con su brillante mirada.
Es ella. Es mi barbie.
Siento como mi mente confusa trata de entender que es lo que está pasando. Mi corazón late con fuerza y me suplica aferrarla bien para que no me la quiten de los brazos.
–Y yo sabía que tu ibas a venir. – murmuro, ocasionando que una gran sonrisa se pinte en su rostro.
–¿Ves? – se gira a observar a alguien detrás de ella, sin embargo, soy incapaz de alejar mi mirada de ella. – Te lo dije, mami.
Un jadeo brota de los labios de mis compañeros, obligándome a reaccionar y ver más allá de la criatura indefensa en mis brazos. El aire se estanca en mi garganta al ver a la mujer de orbes amatistas acercándose. Su abultado vientre no le impedía empujar el carrito donde un animado bebé hacia gorgoritos.
¿Un bebé?
–Sí, ya lo veo, Anggie. Hola, chicos.
–Eh, hola. – saluda Roma rascándose la nuca, nervioso al ver que nadie más respondía.
–¿Por qué me miráis como si estuvierais viendo un fantasma? – inquiere comenzando a ponerse nerviosa. – Es porque estoy gorda ¿verdad?
–¡Que va!
–Claro que no.
Los chicos tratan de defenderse sin embargo yo no puedo alejar mi vista de ella, incapaz de procesar lo que mis ojos están viendo.
–Axel... – murmura ella entrando en pánico.
–¡Claro que no, angelito! Estás radiante. Solo parece que nunca han visto a una mujer preñada. – nos fulmina con la mirada acercándose a su esposa.
¡Joder! Ellos tienen otro hijo. ¡Y está embarazada! ¿Dónde quedaron los problemas genéticos? ¿Eh?
No puedo evitar dirigir mi mirada furibunda hacia el pelicrema que abraza a su esposa con ahínco, como si tratara de protegerla de nuestras miradas. ¿Qué diablos sucede con esa familia? Yo ya no entiendo nada.
